Raúl F. Silva
La Delegación estatal de la Comisión Nacional de Agua (Conagua) tiene detectadas tres presas pequeñas con daños estructurales que constituyen un riesgo para las zonas habitaciones y los campos agrícolas productivos.
Se trata de la represa Santa Elena ubicada en la localidad Laguna del Sapo en Noria de Ángeles; la presa de Calera y la de Atemajac en Jalpa.
Estas obras de almacenamiento de aguas son administradas por gobierno estatal, pero esta comisión vigila y supervisa su actividad, explicó Benjamín de León Mojarro, director local de Conagua.
La presa Santa Elena fue una de las primeras en alcanzar su máxima capacidad de captación de aguas, y el peligro obedece a que tiene filtraciones, las cuales están bajo observación, dijo.
En tanto que la presa de Calera, significa un riesgo tras registrar un daño por oxidación en la línea de conducción de la tubería, refirió, aunque ya se esté en proceso de reparación.
La presa de Atemajac, carece de un vertedor completo desde su concepción, de ahí que gobierno del estado ya está trabajando en su terminación y evitar un riesgo en la cortina, mencionó.
Benjamín de León, expuso que todas las presas que hay en el estado son supervisadas para evitar algún riesgo de desbordamiento y daños a la población.
Además, dijo que el ritmo de recuperación de agua de las presas es adecuado al temporal de lluvias que actualmente vive el estado.
