Por: Dr. Ricardo de la Rosa
Pasada la turbulencia electoral, los cincuenta y ocho nuevos ayuntamientos del estado de Zacatecas se preparan para recibir las correspondientes administraciones municipales, con miras a hacer buenos gobiernos, tal cual fue el compromiso durante las campañas electorales. Sin embargo, menudas sorpresas les esperan si no se visualizan correctamente los retos y obligaciones a enfrentar en los meses siguientes. A continuación menciono tres de esos desafíos.
Entrega recepción pulcra. Para lograrlo hay que iniciar haciendo del conocimiento de la Auditoría Superior del Estado (ASE), mediante oficio, cómo queda conformada la comisión de recepción, en la que debe estar integrado el presidente, síndico, un regidor por cada partido político representado en el cabildo y un secretario técnico. Si se conduce bien este proceso, haciéndolo de buena fe por parte de las administraciones salientes y sin revanchismo por parte de quienes llegan al poder, se estará en posibilidades de estar firmando el acta de entrega recepción el 14 de septiembre, o a más tardar al día siguiente pero antes del acto protocolario de toma de protesta del nuevo ayuntamiento. Total, si hay inconformidades o inconsistencias sobre el uso de los bienes y recursos públicos, durante ese proceso se pueden hacer del conocimiento del contralor municipal y éste a su vez las turnará a las instancias fiscalizadoras correspondientes; además de que con posterioridad a la firma mencionada se podrán hacer las aclaraciones pertinentes o en su caso el fincamiento de responsabilidades por parte de las autoridades correspondientes.
Cumplimiento de los compromisos financieros institucionales. En este ámbito de la administración, habrá que conocer el monto del endeudamiento municipal, mismo que si es grande representará un lastre para el buen accionar del gobierno municipal, al menos durante los primeros meses; lo ideal es que no hubiera compromisos financieros, pero de haberlos lo mejor es buscar alternativas para hacerles frente sin menoscabo de la prestación eficiente de los servicios municipales. En el caso del municipio de Trancoso, por ejemplo, la administración saliente ya manifestó que la deuda con el IMSS oscila alrededor de los dos millones de pesos; y ya sabemos que la mora en el pago conduce indefectiblemente a la suspensión del servicio médico y de las prestaciones de que hacen uso los trabajadores municipales y sus familias; como esa situación nadie la deseamos, la nueva administración tendrá que hacer propuestas creativas al instituto para, por ejemplo, pagarle la deuda con infraestructura médica (construyendo una Unidad de Medicina Familiar) que permita acercar a la cabecera municipal ese servicio que actualmente presta el IMSS a los derechohabientes trancoseños en la ciudad de Zacatecas; así, todos salimos ganando: el municipio y el IMSS. Otro problema de orden financiero lo representan las liquidaciones del personal de confianza y de contrato que se retira con la administración saliente: si hay recurso económico para ello, no hay problema, pero si no lo hay, implica que los casos lleguen a dirimirse en los tribunales laborales y de lo contencioso administrativo; al respecto, primero habrá que buscar fuentes financieras para contar con recursos para las liquidaciones o, en su defecto, llegar a los acuerdos de pago a futuro con dicho personal.
Gestión de recursos extraordinarios para realizar obras municipales. Habida cuenta de que los montos del Fondo III federal, principal fuente de recursos ordinarios destinados a la construcción de obras de infraestructura social municipal (dígase ampliaciones de redes de agua potable, drenaje y electricidad), disminuyeron en la mayoría de los municipios zacatecanos en los dos últimos años, a los nuevos ayuntamientos sólo les quedan dos caminos para poder cumplir las demandas de obras públicas que exige la ciudadanía: 1) hacer mezcla de esos escasos recursos con los de los programas que manejan dependencias estatales o federales (gubernamentales) y con organismos nacionales o internacionales que apoyan el desarrollo; es decir, intentar hacer más con menos. Y 2) iniciar desde ya una fuerte actividad de gestión en la búsqueda y concreción de recursos extraordinarios provenientes de la Federación. En un primer momento, a través del seguimiento –con el apoyo de los legisladores federales– en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) de obras ya solicitadas por las administraciones municipales o estatales y que están publicadas en Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2013; por ejemplo, en el caso de Trancoso se está haciendo lo conducente para lograr que se liberen 23’218,799.00 para la construcción de una planta de tratamiento de aguas negras, una planta potabilizadora y otra más de transferencia de residuos sólidos; de lograrse lo anterior, serán obras a ejecutarse en el presente año por la nueva administración municipal. En un segundo momento, hacer llegar a la SHCP, en los primeros días del mes de agosto, proyectos de obras a realizarse este mismo año con recursos provenientes de subejercicios de dependencias federales y de municipios del país, es decir, recursos que no han sido gastados por quienes originalmente fueron sus destinatarios; algo similar puede hacerse en las Delegaciones Federales radicadas aquí en Zacatecas, Vgr. Trancoso está intentando acceder a recursos de ese tipo vía su ingreso al programa Hábitat de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU). Y en un tercer momento, que no puede ir más allá del mes de agosto próximo, ir a la búsqueda de recursos federales mediante la presentación de proyectos que puedan ser incluidos en el PEF 2014.
En fin, los anteriores desafíos sólo podrán ser superados por una parte con la creatividad, el trabajo y la constancia de quienes encabecen los nuevos ayuntamientos, en sinergia con las autoridades y representantes populares estatales y federales, y con el apoyo del pueblo.