Raúl F. Silva
La cosecha de productos agrícolas en invernaderos genera alrededor de 4 mil 300 empleos para iniciar y terminar el proceso de producción de acuerdo a datos de la Secretaría del Campo (Secamp).
Actualmente hay 430 hectáreas sembradas en invernaderos, y por cada hectárea se genera mínimo 10 empleos durante 10 meses, es decir; de marzo a noviembre en municipios como Fresnillo, Villa de Cos, Pánuco y Trancoso.
Este tipo de agricultura, también denominada protegida, contribuye al desarrollo social de las comunidades con la generación de empleos, aunque en muchas ocasiones no es costeable por la falta de tecnología en sus procesos.
El invierno suele ser la época del año donde menos redituable puede ser la producción de invernaderos debido a los altos costos que representa el consumo de gas, que se requiere para el crecimiento de las hortalizas.
De los 430 invernaderos existentes, únicamente el 10% utiliza alta tecnología para avatar los costos de producción, detalla el informe de esta dependencia estatal.
Pese a esas deficiencias económicas y técnicas, la agricultura de invernaderos tiene ventajas como potenciar la producción con la utilización de alta tecnología en la aplicación de nutrientes y humedad, así como control de plagas y enfermedades.
Otras de sus bondades son el ahorro del agua y que se puede producir vegetal en épocas no tradicionales, lo que impulsa precios competitivos en productos como jitomate y pepino porque se produce hasta cinco veces más que en la producción a cielo abierto.