Posicionamiento magisterial leído por el diputado José Luis Figueroa Rangel.
En estos momentos los compañeros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), están exigiendo a Enrique Peña Nieto el veto de la Ley del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEE), la Ley General de Educación (LGE) y la Ley del Servicio Profesional Docente (LSPD). Nuestra marcha tiene un alcance nacional. También más de 22 estados están en este momento apoyando esta lucha nacional.
El magisterio del país y el de Zacatecas se integra a esta lucha debido a que el tiempo del respeto a las instituciones, a la investidura del presidente y al SNTE, se ha perdido. Ellos no son ahora nuestros representantes, sino nuestros peores verdugos. La publicación el día de ayer las leyes secundarias, es el golpe más fuerte a la educación pública, al magisterio y al pueblo nunca visto en toda nuestra historia, así los coloca ante nosotros.
Conquistar los derechos laborales de los que hasta ayer el magisterio gozaba le llevó por lo menos medio siglo. ¿Vamos a permitirles que sepulten nuestras conquistas? Para el gobierno de Peña la publicación de sus retrógradas leyes es cerrar un capítulo de su reforma educativa. Para nosotros es la oportunidad para iniciar una jornada de lucha nacional, una desobediencia civil pacífica que supere las iniciadas por el magisterio en otras épocas.Tenemos la fuerza y la preparación para lograrlo. De no hacerlo en este momento el magisterio–y el país entero está en riesgo. Los neoliberales ya han vendido nuestros recursos naturales, los derechos sociales básicos y pretenden sumir a este país en la pobreza para poder instaurar una dictadura cívico-militar con el PRI a la cabeza. Eso no se los podemos permitir.
Las afectaciones laborales al magisterio están a la vista. Peña se equivoca, los maestros sabemos leer e inferir que la LSPD es a todas luces regresiva a los tiempos del porfiriato cuando la profesión de maestro era nueva para el Estado y dependía del capricho y voluntad de las autoridades. Es claro que las normales serán fábrica de desempleados. En el artículo 22 de la LSPD se dice que después de seis meses obtendrán su plaza base pero que si no pasan las evaluaciones anuales será retirado su nombramiento.
Además que en los concursos de ingreso no sólo entraran normalistas, sino todos el que tenga áreas afines a la pedagogía. Esto es la muerte de las normales y la plaza base.
Para permanecer en el empleo dice el art. 53 que tendremos que evaluamos, de no hacerlo seremos despedidos. Y si nos evaluamos es posible que reprobemos, para después ser readscritos (8° transitorio), para forzarnos al retiro. Lo mismos pasará con directores y supervisores. Nadie tendrá su lugar seguro. Este es un régimen laboral de excepción que lo único que va lograr es una desprofesionalización del magisterio en desmedro de la atención de nuestros niños jóvenes.
El INEE se encargará de evaluar nuestra práctica docente, estarán en los salones de clase tratando de atrapar en estándares los que no se puede, nuestra creatividad, nuestro trato humano con los alumnos. Todo instrumento de evaluación será injusto. La LGE le dará paso a las cuotas escolares y a la administración de la escuela como una empresa.
El gobierno ha decidido todo eso, argumentando la calidad, sin convencer a nadie sobre la posibilidad de lograrla. Nada está perdido, nada ha finalizado aún. Vienen las mejores batallas para el magisterio. Las vamos a dar «unidos y organizados».
Compañeras y compañeros el Comité Democrático los invita a iniciar la desobediencia magisterial, civil y pacífica a partir de este momento y hasta llegar a la victoria.
Nuestras demandas son claras:
1. Estamos dentro de un movimiento nacional que exige a Peña Nieto el veto a las leyes secundarias publicadas o en su caso la abrogación.
2. Queremos respeto laboral pleno, no condicionados por la evaluación. Los normalistas deben tener derecho al trabajo. Los que ya estamos en activo no vamos a renunciar a la inamovilidad en nuestro empleo.
3. Desde este momento desconocemos al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) como nuestro representante legal y legitimo y convocamos al magisterio a su desobediencia y la expulsión en nuestras Delegaciones y la Sección.
4. Necesitamos crear una estructura organizativa que permita llevar a buen puerto nuestra resistencia. Necesitamos formar una representación de base en donde cada escuela tenga un representante que permita tomar decisiones en todo el estado.
5. Nuestro plan mínimo de acción inicia hoy. El sábado 14 de septiembre, a partir de las 9:00 am daremos paso libre en la caseta de Calera, Zacatecas. El jueves 19 de septiembre los convocamos a paro de 12 horas con una marcha en esta capital a las 10:00 am, saliendo del “Caballito”.
Recalcamos: nuestra demanda central es el respeto a las derechos laborales plenos y a la educación pública. Desde este momento emplazamos a las autoridades, al gobernador, secretario de educación y a la LXI Legislatura para que nos den una respuesta. Nadie se moverá de sus puestos de trabajo si las evaluaciones no le favorecen.
Aquí termino, con la parte sustancial del documento.
Señoras y Señores diputados:
Como todos somos testigos, el gobierno federal está atropellando derechos sagrados para el magisterio y para el pueblo de México, conquistados a base de muchos sacrificios, a lo largo de nuestra historia, en materia laboral y educativa. Por esta razón se está dando una insurrección de los trabajadores de de la educación en la mayor parte del país y principalmente en la ciudad de México.
Desde mi punto de vista, no debemos cometer el error que han cometido otras legislaturas, que en lugar de tomar la iniciativa para establecer contacto y diálogo, lo han hecho hasta que se ven forzados a ello por la fuerza de la movilización social.
Propongo a esta soberanía que se nombre una Comisión representativa de esta LXI Legislatura para establecer contacto con el magisterio zacatecano que se está manifestando en las calles, a fin de instalar una mesa de diálogo en la que se puedan establecer acuerdos a fin de encontrar salidas legales y favorables para este importante sector de la clase trabajadora.
Pido por tanto a la presidencia, que ponga a consideración de esta soberanía el siguiente punto de acuerdo:
Único: Que cada fracción parlamentaria nombre a uno de sus integrantes para formar una comisión que establezca contacto, de inmediato, con el magisterio que se manifiesta en las calles, para escuchar sus demandas y que a su vez ésta comisión informe al Pleno de los resultados, a fin de tomar en su caso los acuerdos necesarios y conducentes.