Mañana 4 de octubre conmemoramos una fecha que me gustaría no pasara desapercibida, el día de los animales, el Partido Verde de México el cual represento, se ha caracterizado por una sensibilidad especial sobre el medio ambiente, así como por el cuidado y el respeto por todos los seres vivos.
El 4 de Octubre fue declarado Día Mundial de los Animales, por iniciativa de la Organización Mundial de Protección Animal en congreso celebrado en Viena, en conmemoración a San Francisco de Asís, personaje que es considerado como el primer humano que se concibió a si mismo en relación con todas las cosas y seres que nos rodean.
El objetivo de esta celebración es recordar la importancia de las otras especies animales con quienes compartimos el planeta, quienes las más de las veces son víctima de nuestro egoísmo y crueldad. Sin embargo, a través de la educación y la difusión de las actividades de los defensores de los animales, se intenta crear una nueva cultura del respeto y sensibilidad, en la cual afortunadamente cada vez más gente intenta en la medida de sus posibilidades, hacer de este mundo un sitio más justo para todos. No está limitada a una nacionalidad, religión o ideología política.
Aún, después de 82 años de celebración, cada día diferentes especies se ven amenazadas por el control humano.
En el 2012, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) dio a conocer la lista de las diez principales especies en vía de extinción:
1. El oso polar
2. El tigre de Bengala
3. Los Corales
4. El Canguro
5. Las Ballenas
6. Los Pingüinos
7. La Tortuga marina
8. El Orangután
9. El Elefante
10. El Albatros
Las primeras causas de que estas especies estén por desaparecer, son: la caza ilegal y el cambio climático, en cualquier caso, responsabilidad del hombre.
La Declaración Universal de Derechos del Animal, fue proclamada el 15 de octubre de 1978 y aprobada por la Organización de la Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) y, posteriormente, por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Esta declaración establece que todo animal posee derechos y señala que el desconocimiento y desprecio de esos derechos han conducido y siguen conduciendo al hombre a cometer crímenes contra la naturaleza y contra los animales.
En México hay legislación, por ejemplo, en el Distrito Federal y en los estados de Chihuahua, Guerrero, México, Michoacán, Morelos, Nuevo León, Veracruz y Yucatán así como leyes locales de sanidad animal, reglamentos municipales, bandos de policía y buen gobierno, que revelan el surgimiento de una nueva sensibilidad hacia la naturaleza y los animales, por lo menos en la letra, si bien falta mucho camino por recorrer en su puesta en práctica.
Hay teóricos del Derecho que están prestos a la promulgación de leyes que protejan a los animales sin que ello implique que tienen derechos. Hay, sin embargo, una creciente tendencia social a aceptar que tenemos obligaciones morales hacia ellos y a que ellos tienen derechos (morales y jurídicos). Discrepamos de dichos teóricos, pero para efectos prácticos es alentador que la ley esté dispuesta a brindar tutela o protección a nuestros compañeros de viaje en este planeta, los animales no humanos.
En la actualidad vivimos, de manera constante, en un clima de inseguridad e incertidumbre. La violencia se expresa de formas relacionadas entre sí. Diariamente nos vemos sacudidos por hechos dramáticos que nos preocupan y conmueven.
El maltrato animal es, a la vez, un factor que predispone a la violencia social y, al mismo tiempo, una consecuencia de la misma. Forma parte de la cascada de la violencia que nos va alcanzando a todos como individuos y como sociedad.
Espero que esta legislatura, sea capaz de conjugar intereses y prioridades para ser un congreso incluyente con todas las expresiones de la vida. En esta violenta sociedad es necesario crear el equilibrio.