“Es sabido que un pueblo que importa lo que consume, es un pueblo sumiso a las potencias nacionales, por ello es intolerable que el Estado mexicano sea incapaz de fomentar los insumos mínimos para garantizar la Soberanía y Seguridad Alimentaria a toda la sociedad”, arguyó David Monreal Ávila al presentar una iniciativa de ley de desarrollo rural sustentable para el apoyo al campo mexicano.
Explicó que el derecho a la alimentación es universal, así todos los seres humanos deben gozar de una alimentación nutritiva, y también de recursos suficientes para tener seguridad alimentaria, sin embargo, y contrario a lo que establece la normatividad nacional e internacional, en México más de 50 millones de personas viven en pobreza, es decir, más de la mitad tiene menos de lo necesario para subsistir diariamente; de ellos, cerca de 10 millones, según datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) de 2006 a 2008, sufren de carencias alimentarias.
Los principales desafíos que enfrenta el problema de la alimentación son la desigualdad, la pobreza y sin duda la dependencia de otras naciones para adquirirlos; es innegable que México es cada vez más dependiente, no cuenta con auto suficiencia alimentaria, mucho menos con una soberanía alimentaria.
Monreal Ávila indicó que la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), indicaron que México compra del extranjero, principalmente de Estados Unidos, 43% de los alimentos que consume, lo que representa una gran dependencia alimentaria. Esto significa que entre los 40 países más importantes del mundo, México es el segundo país importador de alimentos en términos per cápita, después de Japón.
La dependencia alimentaria de México, va en aumento y evidencia el abandono al campo nacional, deja en claro que las políticas públicas aplicadas al campo mexicano no han sido las correctas; es decir, con las políticas neoliberales que se han instaurado, no se han obtenido los resultados esperados.
Lo anterior sucede en el país a pesar de que en el año 2011 se promulgó en el Diario Oficial de la Federación, la Ley de Desarrollo Rural Sustentable, la cual tiene como objeto “promover el desarrollo rural sustentable del país, propiciar un medio ambiente adecuado, en los términos del párrafo 4o. del artículo 4o.-Constitucional-; y garantizar la rectoría del Estado y su papel en la promoción de la equidad, en los términos del artículo 25 de la Constitución”.
Derivado de lo anterior, precisó el senador, se puede entender a la soberanía alimentaria como la capacidad del Estado para ser autosuficientes en la producción de alimentos, cuestión que no siempre sucede en México, pues con las cifras antes mencionadas es claro que existe una dependencia en los alimentos extranjeros.
Es necesario e impostergable que México garantice de una vez por todas, su soberanía y seguridad alimentaria, y que considere la producción de granos básicos como un asunto de seguridad nacional y no como un tema de política comercial o agropecuaria.
Asimismo, se propone que, el Gobierno Federal impulse en las zonas productoras líneas de acción en los siguientes aspectos: la identificación de la demanda interna de consumo de productos básicos y estratégicos, que aplique medidas de certidumbre económica, financiera, comercial y prácticas participativas y sostenibles que garanticen el cumplimiento de los programas productivos agroalimentarios referidos en el artículo 180 de esa ley; y Aplicar, vigilar y dar seguimiento a los programas agroalimentarios.
Es urgente que se lleven a cabo acciones verdaderamente encaminadas a mejorar la situación del campo en México, dejar de importar alimentos y fortalecer la agricultura nacional, de no atender los problemas de este sector económico se pone en riesgo la estabilidad y la soberanía alimentaria de la nación, finalizó.