David Monreal Ávila, senador de la República, urgió a la Secretaría de la Función Pública (SFP), a dar un informe detallado sobre los casos relacionados con actos de corrupción por parte de funcionarios públicos, así como las medidas que tomará para combatir dichos actos.
El legislador informó que la corrupción le cuesta a México, al menos, 100 mil millones de dólares al año, pero lo que es más lamentable, dijo, es que a éste mal se le vea como aceite de la maquinaria económica, engrane del sistema de justicia y factor para que las cosas funcionen.
Según el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), las ganancias de la corrupción son superiores a los dividendos que el país capta como producto de la extracción de petróleo crudo y gas cada año, y representan el doble de las ganancias del crimen organizado.
Resulta obvio que la ciudadanía no confíe en las instituciones, tal y como lo indica el Informe sobre la Calidad de la Ciudadanía en México 2014: el 61 por ciento de los mexicanos víctimas de algún delito, no denuncia; el 63 por ciento argumentó que denunciar no sirve de nada, y más de la mitad no lo hizo por falta de confianza en la autoridad.
Sólo una institución absolutamente independiente ayudará a resolver los conflictos de interés; hoy ninguna de las instituciones que podrían participar en este esfuerzo tiene la independencia ni la jurisdicción necesarias: ni la Auditoría Superior de la Federación, ni la Fiscalía Anticorrupción, ni la Secretaría de la Función Pública, pues ninguna de ellas es verdaderamente independiente de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
Manifestó su preocupación por el debilitamiento del Estado de derecho, la desconfianza de la población hacia sus representantes y la voracidad con la que los funcionarios llenan sus bolsillos a costa del bienestar de todos los mexicanos.
“Se requiere crear una conciencia ciudadana de las repercusiones que traen consigo la corrupción en cualquiera de sus grados”. Recalcó la necesidad de una verdadera autoridad que investigue y sancione a quien resulte responsable de actos de corrupción, ya que las que hasta ahora existen, se han adaptado al corrupto sistema político con ganancias multimillonarias.
