El Gobernador del Estado, Miguel Alonso Reyes, recibió el oficio de autorización para la reanudación del proyecto «Regeneración Integral Plaza de Armas, Plan Maestro del Centro Histórico de Zacatecas», por parte de María Teresa Franco, Directora General del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Una vez analizado este proyecto, por arquitectos-restauradores, ingenieros e historiadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia, se establecieron ocho observaciones.
La primera de ellas, se refiere a la conservación del valor patrimonial del sitio, el respeto a su traza histórica, la protección de los monumentos históricos colindantes, la conservación del espíritu del lugar y el apego a los criterios que le permitieron a Zacatecas la inscripción en la lista de ciudades Patrimonio Cultural de la Humanidad, a fin de evitar alteraciones.
También se hace un señalamiento que establece un respeto a la escala y jerarquía de los monumentos históricos más emblemáticos, en torno a la propia Plaza de Armas, como lo son la Catedral Basílica y el Palacio de Gobierno.
Sugiere la dignificación del espacio al resolver la problemática que la Plaza y su entorno presentan actualmente en términos de deterioro, alteración de la escala y fisionomía original en algunos de sus monumentos históricos colindantes, calidad visual, movilidad, habitabilidad urbana, calidad ambiental, seguridad, higiene, accesibilidad y apropiación social.
La cuarta observación se refiere al carácter tradicional de la Plaza de Armas, así como la calidez o amabilidad urbana del espacio destinado a las actividades cívicas, al esparcimiento y encuentro público.
El INAH también estableció que la Plaza de Armas es un lugar primordial en las actividades sociales, que se enfoca a resaltar los valores patrimoniales, que le otorga a este espacio una gran dignidad y permite la integración de la vida cotidiana actual del Centro Histórico.
De igual modo, se informó que se deben considerar los requerimientos normativos actuales de accesibilidad universal para convertirlo en un espacio accesible e incluyente sin perder su carácter histórico tradicional, su autenticidad, su integridad y su valor excepcional.
Para mantener el alto valor patrimonial del conjunto, que se encuentra en riesgo por la contaminación ambiental, auditiva y visual, provocada por el exceso de automóviles de uso público y privado que se estacionan en ambas aceras, el INAH señaló que es necesario privilegiar en todo momento al peatón sobre el automóvil y al mismo tiempo generar calidad y habitabilidad en el espacio público del Centro Histórico.
Finalmente, estableció que se debe impactar en la calidad de vida de los propios habitantes de la ciudad, al dotarles de un espacio cívico, de esparcimiento y encuentro social, a fin de que la sociedad se apropie del mismo y que al encontrarse en un entorno de alto valor histórico-patrimonial, fortalezca el sentido de identidad.