Al denunciar las irregularidades en que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y la Secretaría de Educación Pública (SEP), incurrieron en la creación del Sistema de Información y Gestión Educativa (SIGED), David Monreal Ávila, Senador de la República, solicitó un informe del estado que guarda este sistema, además de las acciones para cumplir a cabalidad con el censo a escuelas de educación básica y especial.
Pese al clima de descontento social y la resistencia de un gran número de maestros, la Reforma Educativa se aprobó, y con ello se puso en marcha la creación del SIGED, que pretende tener una base de datos confiable de maestros, plazas, alumnos e infraestructura, para lo que el INEGI llevó a cabo el “Censo a escuelas, maestros y alumnos de educación básica y especial”.
Una vez que la SEP publicó los resultado del censo, el Instituto Mexicano para la Competitividad A. C. (IMCO), denunció en el “Mapa del magisterio de educación básica en México” que, al último trimestre de 2013, los estados de Nuevo León, Quintana Roo, San Luis Potosí y Tamaulipas, no habían entregado sus nóminas magisteriales, asimismo ocho entidades más habían entregado reportes vacíos o incompletos.
Al menos 332 mil plazas del sistema de educación básica pública del país fueron omitidas en el informe, según denunciaron asociaciones como Mexicanos Primero, Mejora tu Escuela y México Evalúa, en septiembre de 2014.
Organizaciones no gubernamentales se unieron a la denuncia de las inconsistencias: en Guerrero, Chiapas y Oaxaca no se obtuvo la totalidad de información. Por citar un ejemplo, en el estado de Oaxaca únicamente 47 por ciento de los centros escolares en la entidad fue censado por el INEGI.
Por si fuera poco, la SEP lanzó el portal www.siged.sep.gob.mx, mediante el cual buscaba cumplir con las obligaciones que la Reforma Educativa exige, pero dicho portal adolece de todas las irregularidades que se han mencionado: cuenta con información fragmentada, incompleta y poco fiable.
Lo preocupante es que con base a esta información se hará el diseño de los concursos de oposición para el ingreso y promoción en el servicio y, por lo tanto, se pondrían en riesgo los procesos de ingreso y promoción en las escuelas de educación básica y especial, que fueron los principales argumento esgrimidos por quienes apoyaron la Reforma Educativa.