Al considerar de urgente atención el tema del cambio climático, David Monreal Ávila, senador de la República, presentó una iniciativa para adicionar a la Ley General de Educación la obligación de las autoridades educativas, tanto federal como locales, de ejecutar programas que promuevan la adaptación ante los efectos del cambio climático y otros fenómenos encaminados a la protección del medio ambiente.
A 15 años de haberse establecido los 8 objetivos del milenio en la ONU, y siendo México un país comprometido con los mismos, sostuvo Monreal Ávila, que pesar de los avances mundiales en el combate a la pobreza extrema, analfabetismo y acceso al agua potable -por ejemplo-, en materia ambiental, no existen grandes avances en cuanto a las acciones que agravan el problema del cambio climático.
Advirtió que según los “Objetivos de Desarrollo del Milenio Informe 2015”, la deforestación contribuirá al cambio climático, esto aumenta las emisiones de gases de efecto invernadero, calentará aún más el planeta y cambiará el sistema climático, lo que significa una amenaza de consecuencias graves para las personas y los ecosistemas.
También informó que, según las proyecciones, los impactos sobre los sistemas naturales y humanos abarcarán todo el mundo, principalmente en la agricultura que podrían llevar a la escasez alimentaria.
En el caso de México, según el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), el país se ha vuelto más cálido desde la década de 1960, las temperaturas aumentaron 0.85º C, en invierno las temperaturas subieron 1.3ºC.; se ha reducido la cantidad de días más frescos y hay más noches cálidas, mientras que las lluvias han disminuido.
Se estima que la producción de maíz caiga dramáticamente para el año 2050, asimismo, se espera que la mayor parte del país se volverá más seca y las sequías más frecuentes y la posible reducción del área cubierta de bosques de coníferas, especies de zonas áridas, semiáridas y especies forestales de zonas templadas.
Sin embargo, según la “Encuesta telefónica sobre cambio climático y al calentamiento global, 2014” si tuvieran que elegir, el 45% de los encuestados señala que es más importante el crecimiento económico, en comparación del 36% que se inclina por frenar el calentamiento global.
“Educar a la población en esta materia debe ser una acción que se lleve desde las aulas. No bastarán los programas ni las campañas de difusión de cambio climático, es necesario una formación que permita a los ciudadanos, de los próximos 30 años, tener una conducta y perspectiva diferente acerca del cambio climático, que conlleve cambios en los estilos de vida actuales”, concluyó.
Presenté una iniciativa para que la educación ambiental sea una obligación de las autoridades educativas federales y locales, a fin de revertir y prevenir las afectaciones a sociedades y ecosistemas.
No podemos permitir que el desarrollo económico atente contra la salud y vida de las sociedades del mundo. Para evitarlo es necesario educar a nuestras niñas y niños.
Los principales riesgos del cambio climático son para la agricultura, el acceso al agua y las áreas naturales. Legislar contra sus efectos nos permitirán contar con una sociedad consciente de nuestro lugar en el equilibrio planetario.
