Francisco Rojas Pérez, Presidente de la Central Campesina Independiente, alertó que el 70% de los productores del sector social no usan semilla mejorada, porque está roto el eslabón entre desarrollo tecnológico de nuevas variedades o variedades propias para la diversidad de regiones y microrregiones del país y los productores, por lo que existe un amplio campo de acción en la producción de semillas.
Esto, precisó el dirigente de la CCI, debido a que no existe un organismo público que produzca en cantidades suficientes las variedades desarrolladas para llevarlas a los productores en donde sólo el 30% de ellos las usan.
Ante esta problemática es urgente que el gobierno asuma esta responsabilidad, ya sea reeditando a la PRONASE, dotando de facultades y recursos a las instituciones de investigación que las han desarrollado o, apoyando decididamente a los productores para que constituyan empresas productoras.
Por ello la CCI, afirmó su Presidente, Francisco Rojas Pérez, reconoce y apoya los trabajos que sobre el tema de semillas ha venido haciendo el Consejo Mexicano para el Desarrollo Rural Sustentable que ha realizado foros y mesas de análisis con expertos y autoridades en la materia.
“En síntesis, la CCI propone el desarrollo de una Política Pública integral y nacionalista que recupere la capacidad de producir semillas de los productos básicos y estratégicos y aquellos que son de importancia alimentaria o económica para el país. Asimismo, propone que se protejan las semillas de los granos y alimentos nacionales, ya que es inaceptable que la producción de algunas semillas originarias de México como es el caso del jitomate, sea inexistente en el país”.
Detalló que de acuerdo con información de INIFAP, esta institución da cobertura con semilla mejorada de maíz a 433,500 hectáreas y 77 socios en los estados de Jalisco, Michoacán, Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Veracruz, México, Hidalgo y Puebla, Tamaulipas y Noroeste, Yucatán.
Hizo hincapié en que la producción de semillas de los principales alimentos que integran la dieta de los mexicanos es estratégica y es cuestión de seguridad y soberanía alimentaria.
Además hizo ver que el cambio climático es un nuevo factor que no se puede soslayar, por lo que las nuevas variedades resistentes al rigor climático, de ciclos más cortos, serán determinantes para garantizar en el futuro, la producción agrícola de México, sobre todo en un escenario de crecimiento absoluto de la población que al 2018 se acercará a los 125 millones de personas y una frontera agrícola, prácticamente agotada.
También destacó, Francisco Rojas Pérez, que es necesario ordenar el mercado de semillas, ya que al ser tan limitada la oferta, los productores o distribuidores de insumos, manejan precios desproporcionados impactando considerablemente en los costos de producción, que en algunas regiones y productos significa hasta el 20 por ciento del total.
Por otro lado, es necesaria la presencia de autoridad ya que existen empresas inmorales que defraudan a los productores entregando semilla que no es de la calidad que se declara o entregando menor peso, esto, incluso con programas de apoyo como el PIMAF.
Finalmente insistió el dirigente de la CCI en una Política Pública integral y nacionalista que recupere la capacidad de producir semillas de los productos básicos y estratégicos y aquellos que son de importancia alimentaria o económica para el país.
