No es posible hoy, entender la democracia, el desarrollo y la justicia, mientras que más de la mitad de la población continúe marginada en el acceso a las oportunidades y padeciendo algún tipo de discriminación y violencia. Por tal motivo, la integración plena de las mujeres en todos los procesos de la vida social es una urgencia y una prioridad de Morena.
En Zacatecas, existe un marcado rezago en la atención de las necesidades específicas de las mujeres y en lo relativo al impulso de acciones afirmativas que contrarresten la desigualdad y la falta de oportunidades de este sector. Sin embargo, en Morena vamos a dar pasos firmes para lograr transformaciones orientadas a construir un Zacatecas justo y digno con las mujeres, en especial para las madres jefas de familia; quiénes, no olvidemos, encabezan el 20% del total de los hogares de nuestra entidad.
Desde luego, el aporte de las mujeres a la sociedad es enorme: basta ver que en una de cada tres familias, las mujeres aportamos un porcentaje de nuestros ingresos; en uno de cada cinco hogares nuestra contribución es la principal y, en una de cada diez familias; nuestro sueldo es el único con que cuenta el hogar. En Zacatecas, donde el 53% de la población padece algún tipo de pobreza, el entorno económico en que se desenvuelven las madres jefas de familia propicia que su realidad cotidiana sea muy dura y con desventajas bastante considerables. Encima de ello, entre los costos de la migración tenemos la desintegración familiar; problema que se agudiza en el caso de las esposas de migrantes quiénes quedan a cargo de la familia y, con frecuencia, la separación del esposo las deja con una mayor carga económica.
Por tanto, se requieren políticas de redistribución que eliminen la explotación y la pobreza propiciadas por las grandes asimetrías en la distribución de la riqueza y, paralelamente, dirigir las acciones públicas para eliminar la división del trabajo según la condición de género. Así mismo, es indispensable fomentar y difundir acciones de prevención, sanción y erradicación de la violencia contra las mujeres y poder acceder a una vida donde no esté en riesgo nuestra integridad física y emocional.
Una de las alternativas que se han generado desde las instituciones del Estado para revertir esta inercia lamentable, la encontramos en las políticas públicas con perspectiva de género. Sobre todo porque durante años, el desempeño gubernamental y los recursos aplicados en su accionar han tenido un impacto diferenciado en perjuicio de las mujeres. En particular, los hogares con madre jefa de familia conforman uno de los grupos que con mayor dificultad hacen frente a la crisis y la pobreza que padecemos en México y Zacatecas, ya que un alto porcentaje de mujeres tienen que subsistir solas y en situación de vulnerabilidad.
Sin duda, la realidad en que viven miles de mujeres y sus hijos -sobre todo por el doble rol que juegan: como madres y como soporte económico del hogar- requiere de una respuesta contundente del Estado para ayudar a solventar sus necesidades. Hasta ahora, es evidente la insuficiencia de las acciones gubernamentales y hoy, justamente, día que celebramos el 195 Aniversario de la Consumación de la Independencia de México, aún persiste una enorme deuda histórica con las mujeres en nuestra Nación.
Para revertir esta situación de desventaja y exclusión, uno de los principales compromisos de Morena radica en el empoderamiento de las mujeres y en alcanzar el respeto pleno a sus derechos. En función de estos objetivos, desde nuestro ámbito de responsabilidad, trabajaremos para estructurar una Legislación de la cual puedan derivarse políticas públicas transversales en el conjunto de las áreas de la administración estatal y municipal.
Es una verdadera urgencia que las mujeres seamos las principales beneficiarias de las acciones públicas y, con un sentido de justicia, pueda transformarse nuestra vida económica, política, jurídica, social, cultural y familiar. Uno los ejes de acción de la agenda pública de Morena radica, precisamente, en la incorporación de la perspectiva de género dentro de una concepción integral de los programas, planes y presupuestos públicos para ser ejecutados de manera transversal en el ejercicio administrativo. En particular, trabajaremos para elaborar presupuestos con enfoque de género anuales, a fin de disponer de más recursos en áreas estratégicas como alimentación, salud, educación, seguridad pública y contra la violencia de género. Vale la pena recalcar que estos esquemas de presupuesto no son un instrumento exclusivamente técnico sino que, básicamente, están directamente relacionados con un proceso político dirigido a resarcir las brechas de la desigualdad que afectan a las mujeres y a reivindicar los derechos fundamentales de las personas.
Efectivamente: resulta de primera importancia seguir el impulso del empoderamiento de la mujer desde todos sus rubros, tanto el familiar y social, como el laboral. Afortunadamente, durante las últimas dos décadas, a fuerza de constancia y muchos sacrificios, las mujeres hemos logrado ocupar espacios que antes eran acaparados por los hombres. Como ejemplo, podemos mencionar que del porcentaje de estudiantes egresados de las universidades mexicanas, la mayoría son mujeres.
No obstante, las mujeres nos topamos con innumerables barreras para acceder a puestos directivos y de toma de decisiones; basta ver que mientras el 52% de las mujeres cuentan con estudios universitarios en México y el 53% con estudios de posgrado, sólo tenemos un 26% de participación en puestos de alta dirección según datos de la Consultoría internacional Women President´s Organization (WPO). Así mismo, únicamente el 5% ocupa un lugar dentro de los consejos de administración de las empresas en México, tal como lo establece el estudio “Mujeres Ejecutivas: lo que ellas quieren de las empresas en México”, elaborado por la Agencia PwC.
Como puede apreciarse, en la vida cotidiana las mujeres aún no gozamos del ejercicio cabal de nuestros derechos que garantiza la Constitución; una mayoría de mujeres vive en condiciones de exclusión y marginación; y quiénes hemos conseguido algún puesto de dirección y participamos en la toma de decisiones, seguimos siendo una minoría. Por fortuna, en el caso específico de esta Legislatura hay una mayoría de Diputadas mujeres por primera vez en la historia de Zacatecas.
Por último, compañeras y compañeros, la igualdad de género nos exige acuerdos en común porque es una de las prioridades para el desarrollo de nuestro estado. Indudablemente, ser mujer es un gran reto pero también es un verdadero privilegio y recordemos que quien educa a una mujer, está educando a una familia que abonará a la construcción de una sociedad justa e incluyente.
Es cuanto Presidente.