Osvaldo Ávila Tizcareño.
+ Diputado local y líder del Movimiento Antorchista de Zacatecas
A una semana de asumir la alta responsabilidad de representar a los guadalupenses y vetagandenses en el Congreso del Estado, se desató en contra de quien esto escribe y del Movimiento Antorchista de Zacatecas una campaña de hostilización y calumnias a través de un medio que se difunde en internet; la virulencia, el lenguaje ofensivo y la carencia de lógica de quien ataca, bien podría motivar el deseo de ignorarlo, pero en virtud de lo reiterativo, resulta necesario hacer algunas precisiones a efecto de poner las cosas en su lugar.
La poca audiencia del medio en cuestión, me obliga a dar respuesta a los ataques y omitir el nombre de su autor, pues hacerlo podría provocar el incremento de seguidores gratuitos, pero de ninguna manera obedece a falta de valor, pues incluso en la máxima tribuna del estado he denunciado los intentos de ensuciar el nombre del antorchismo, paso por ello a los reiterativos ataques del comunicador. Veamos.
En primer lugar, me acusa de incongruente, pues según nuestro acusador esto se da al no informar del manejo de los recursos gestionados y la carencia de un portal de transparencia que informe sobre el manejo de los mismos. Aquí se muestra claramente la falta de lógica y objetividad absoluta, pues como bien sabe la opinión pública, el antorchismo no recibe un solo peso de financiamiento público, pues aunque somos una organización adherente del Partido Revolucionario Institucional (PRI), no recibimos subsidio alguno de ese instituto político y sobre los recursos gestionados en la federación (vivienda, obras de infraestructura deportiva o carretera y otras acciones sociales), nosotros somos sólo intermediarios, pues los programas obtenidos en la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU), o la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL), llegan a cada beneficiario que cubre la normatividad de las dependencias y las obras las ejecuta el gobierno estatal mediante los procesos de licitación respectivos, por tanto nuestro reportero en cuestión está equivocado de ventanilla, si le preocupa tanto “la transparencia”, pues que trabaje un poquito y que acuda a las licitaciones públicas o que pida cuentas a las instancias federales o estatales, por tanto está claro que al no financiarnos con recursos públicos no estamos obligados a ningún portal de transparencia.
En segundo lugar, para seguir con lo de los recursos, también exige a grito abierto que informe sobre mi salario como dirigente estatal, el uso de los ingresos como diputado, los gastos en los tres asistentes (sic) y de los recursos económicos del antorchismo, incluso contradiciéndose claramente, en una de sus publicaciones exhibe varios artículos de la ley de transparencia que exige a quien maneja recursos públicos a presentar informes sistemáticos. Este héroe de la verdad considera inaceptable cobrar tanto, a alguien que difícilmente estaría dispuesto hacer algo por los demás, no tendría mucho caso explicarle que los cargos en el antorchismo son honoríficos por ello no podemos hacer un tabulador de una percepción inexistente y como se lo dije a él personalmente muchas veces ¿acaso lo olvidaría?, nuestro movimiento financia su actividad con la colecta pública que realizamos los activistas, modestos negocios que presentan sus informes ante las instancias fiscalizadoras y los salarios que centralizamos quienes desempeñamos funciones públicas, por ello aparte de desmemoriado, nuestro reportero acude a la calumnia y la manipulación, pues el mismo afirma que es obligación de los entes subsidiados por el erario dar cuentas de ello, se aplica muy bien la máxima aquella de “calumnia que algo queda”, pero está claro no tendrá efecto la mentira, la gente sabe cómo y donde vivimos los lideres antorchistas y sabe también que somos la única organización con independencia económica y política del gobierno, pues nuestro único “patrón” es el pueblo pobre que lucha día a día en nuestra filas.
En tercer lugar, nos acusa de haber repartido en la campaña “dádivas” como cemento, láminas y despensas, nada más lejos de la verdad; pero nuevamente ha invadido la amnesia a nuestro atacante, pues en el proceso no hizo ninguna acusación e incluso nos dispensó varios comentarios elogiosos, ¿Acaso viajaría en una máquina del tiempo y descubrió cosas nuevas?, pero además omite que no hubo una ninguna denuncia de los otros candidatos ante las instancias electorales, pero si esto no fuera suficiente, olvida la contundencia de la votación a nuestro favor que nos permitió conquistar el respaldo mayoritario alcanzando casi 16 mil votos, ocho mil más que nuestro más cercano competidor.
Por último en una clara muestra de ausencia de rigurosidad lógica y con agresiva insidia, como si se tratará de acabar con un peligroso enemigo, ha enfilado todo tipo de insultos contra quien esto escribe, ha recorrido toda la fauna, un día me llama perro que ladra y no muerde, otro, gato oficialista e incluso sin aportar prueba alguna más que su dicho recientemente, público una caricatura de una rata acusándome de ladrón, pero no se ha conformado con eso, una y otra vez cuestiona la vestimenta que uso en el Congreso (¿Pretenderá que vaya en pants y tenis?), pero a la vuelta de la esquina se desgarra las vestiduras defendiendo el ajuar de algunas Diputadas que quizá ya cayeron en sus chantajes económicos, o guarda sepulcral silencio sobre otros que antes tampoco usaban traje, o sea, ¡todos tienen derecho de vestir como quieran menos yo, porque así lo decretó nuestro inquisidor!.
Pero hay más, nuestro “héroe de la verdad”, faltando absolutamente a la objetividad, nada dice sobre nuestra labor diaria, sobre los miles de beneficiarios por nuestras gestiones o de los programas instrumentados desde la diputación, ¡cuánta ceguera!
No hay duda. Se trata de una clara estrategia de denostación y calumnias con una clara intención que ruborizaría a más de uno, por ello no queda otra que seguir en la lucha diaria contra nuestro verdadero enemigo; la terrible miseria que lastima a la mayoría de los zacatecanos y mientras nuestro critico llega a unos cuantos en las redes, nosotros día a día nos reunimos con cientos de beneficiarios de nuestra labor que dan cuenta clara y difunden de boca en boca las acciones en su beneficio, a ellos nos debemos y seguiremos trabajando incansablemente por su bienestar y a cada ataque redoblaremos nuestro esfuerzo para mejorar la calidad de vida de quienes aspiran a transformar su entorno y han decidido luchar organizadamente para lograrlo y le guste o no a nuestro detractor seguiremos avanzando, pues diariamente a lo largo y ancho de la patria se suman miles de mexicanos convencidos de que su único camino es la lucha organizada.