El Secretario General de la Alianza Campesina del Noroeste, Raúl Pérez Bedolla, alertó que el cambio climático ya pegó negativamente en las zonas productoras de trigo en el noroeste y, después de 3 años de este acontecimiento, las cosechas se ven mermadas hasta con dos toneladas por hectárea.
Además hay que agregar que el apoyo que se entrega a los productores a través de Pro Agro por concepto de subsidio por el Tratado de Libre Comercio que inicialmente, en 1994, fue el equivalente de 100 dólares por hectárea, actualmente se ha reducido a 50 dólares, mientras los insumos se incrementaron entre un 50 y 80 por ciento.
En entrevista, el dirigente de ALCANO, señaló que al productor se le castiga en el valor real de su cosecha por lo que ahorita, con esta situación, están pidiendo para el trigo cristalino un precio de 4 mil 500 pesos y para el trigo harinero, demandan 4 mil 995 pesos por tonelada.
Con esas cantidades, expuso, es viable que el productor pague lo créditos y seguros que se establecen para la producción de estos granos y “aspirarían a un poco de ganancia”.
Sin embargo, insistió en que resultado de las malas políticas públicas que incentiven la producción y debido al cambio climático, el trigo nacional está en Focos Rojos pues las áreas productoras requieren de horas frío en el invierno para amarrar la producción y “llevamos casi tres años con un invierno alejado”.
Raúl Pérez Bedolla, líder nacional de Alcano, indicó que con la merma de 2 toneladas por hectárea de producción debido al cambio climático y las pésimas acciones de la Secretaría de Economía, existe una “mezcla perversa” que no tiene futuro promisorio.
Y es que, añadió, el hecho de que la Secretaría de Economía no regule los precios de los insumos mismos que reportan alzas del 50 y hasta el 80 por ciento, ponen en desventaja productiva y competitiva a quienes se dedican a esta actividad agrícola.
Entonces, insistió, “hay un problema grave, se nos vendrá una crisis en los siguientes ciclos agrícolas”.
Recordó que en julio termina la cosecha y los productores todavía no tienen certidumbre de cuál es el trato que ASERCA les va a dar por la construcción de precio de estas cosechas lo que genera incertidumbre, sobre todo, en el noroeste del país.
El productor no tiene un estímulo para defenderse de las cuestiones climatológicas y agotamiento de suelos, presencia de plagas y enfermedades que trae consigo el monocultivo.
Por lo anterior, dijo, se está considerando la producción de oleaginosas ya que también en ese rubro México es deficitario.
Comentó que en el noroeste del país es necesaria una reconversión productiva ya que desde hace 50 años se produce maíz y trigo de tal suerte que ya es necesaria la rotación de cultivo como el cártamo que funciona bien.
Reveló, Raúl Pérez Bedolla, que ASERCA, organismo dependiente de Sagarpa, trabaja en la definición de precio para maíz y trigo para 2018 con los representantes del Consejo Nacional Agropecuario así como con la Asociación de Organismos del Sur de Sonora y en Sinaloa.
Lo anterior implica, aseguró, ir en contra de los intereses de los campesinos cuando ASERCA debería establecer las mesas de trabajo con los representantes de los campesinos y productores de trigo y maíz y tratar de definir el nuevo modelo de cultivos para lo que resta del 2017 y para 2018.
Finalmente calificó de negativa la estrategia de ASERCA al trabajar solo con agroindustriales y empresas que compran estos granos básicos o son dueños de los molinos de las harineras por lo que les conviene establecer precios bajos.