Este viernes llegó a su fin el curso infantil de verano, organizado por la Unidad Municipal de Protección Civil de la capital, con un simulacro en el que las y los niños reaccionaron ante una hipótesis de persona lesionada y de fuego en un tanque de gas LP.
Desde el lunes pasado, las instalaciones de la corporación municipal se llenaron con la algarabía de niñas y niños desde los 6 y hasta los 13 años que llegaron dispuestos a aprender sobre primeros auxilios, prevención de accidentes, búsqueda y rescate, y extinción de incendios.
Diariamente recibieron activación física en el parque La Encantada y luego, en la corporación recibieron información teórica y práctica sobre los temas programados; también se les incluyó una visita al cerro de La Bufa, donde conocieron sitios históricos, y disfrutaron de una tarde de cine.
El jueves por la noche, con ayuda de sus papás y mamás, los niños instalaron sus casas de campaña ya que hicieron un campamento en el que hicieron la búsqueda del tesoro, contaron historias y asaron salchichas y bombones.
Al término del simulacro, los 18 participantes recibieron un reconocimiento que incluyó una fotografía ataviados con un traje de bombero.
Moisés Cortés Solís, encargado de la Unidad Municipal de Protección Civil, destacó que lo más importante de la prevención es que los niños aprendan cómo no hacer una emergencia, y si esta ocurre, cómo reaccionar ante ella, como ante un desmayo o un atragantamiento.
También, dijo, se les dio a conocer la necesidad de la integración de brigadas de rescate en edificios públicos y privados para que responda ante cualquier contingencia y brinde los primeros auxilios en tanto que llegan los cuerpos policiacos y de emergencia a atender a los involucrados.