La Universidad Autónoma Chapingo impulsa el aumento a la producción de piñón rosa en comunidades ejidales a través de un esquema de manejo forestal intensivo a fin de evitar que las plagas que afectan la producción de conos, conillos y semillas reduzcan la cosecha entre un 60 a 80%.
Además, con este programa, dijo el investigador de la UACh, de la División de Ciencias Forestales, y quien encabeza el Programa de Desarrollo de la Cadena Productiva de Piñón Rosa, David Cibrián Tovar, se muestra que México es el único país que tiene piñón rosa, el cual es originario y se cultiva de manera natural en sus bosques en tanto que los países que tienen esta semilla de piñón cuentan con coloración blanca o color crema, de ahí que sea muy codiciado.
En opinión del investigador de la UACh, es posible integrar a nivel nacional una cadena productiva de piñón rosa pues existen considerables extensiones de bosque natural de piñón en México y además plantaciones establecidas que se encuentran en etapa de producción.
Para lograr esto, destacó el especialista, es necesario incorporar áreas de bosque natural y plantaciones en un esquema de manejo forestal intensivo como el que se aplicó en el ejido La Florida, en Hidalgo, que fue validado y con resultados favorables.
Precisó, el investigador David Cibrián Tovar, que también es necesario considerar que en el procesamiento y trasformación de la semilla de piñón se debe invertir en centros especializados que lleven a cabo, en una primera instancia, el descascarado de la semilla para dar un valor agregado al piñón así como elaborar productos a partir del piñón rosa, para diversificar la producción.
Por su parte, Jesús Morales Bautista encargado del proyecto en el Ejido “La Florida”, dijo que el piñón mexicano es un producto apreciado a nivel nacional e internacional por su calidad en relación a su sabor, color y propiedades nutrimentales.
“Es el único piñón, de todas las especies de pinos piñonero en el mundo, que presenta una coloración rosa”, afirmó.
Detalló el especialista que desde 2015 empezaron a trabajar en el Ejido “La Florida” ubicado en el estado de Hidalgo y el primer diagnóstico fue que los suelos del bosque piñonero en esa zona presentaban deficiencias principalmente en Nitrógeno y Fósforo.
Ante ello se propuso a los ejidatarios aplicar fertilizantes para aumentar la cantidad de nutrientes y favorecer la producción y desarrollo de los conillos y conos.
Esta práctica es muy común en el cultivo de árboles frutales para incrementar la producción y mejorar el desarrollo de frutos, aclaró.
Jesús Morales Bautista aseguró que derivado de las prácticas silvícolas y de manejo integrado de plagas y en conjunto con condiciones ambientales favorables especialmente una buena temporada de lluvias, en los años 2015 y 2016 fue posible obtener un incremento en la producción de semilla en el Ejido La Florida.
En los meses de octubre y noviembre de 2016 se realizó la cosecha de piñón en 100 hectáreas intervenidas, incrementando en un 60% la cosecha en comparación con áreas no tratadas o testigo.
“Con los avances que se han logrado en la implementación de la cadena productiva de piñón rosa fue posible conseguir en el ejido La Florida, Cardonal, Hidalgo, un aumento significativo en la producción de semilla de piñón”, destacó el académico de la UACh.
Advirtió que de no haber seguido el programa propuesto por Chapingo la producción de semilla fuera escasa y con intervalos largos de producción, es decir años semilleros cada 5, 7 y hasta 12 años, además la producción sería más propensa a los eventos ambientales como sequía y presencia de plagas y enfermedades.