El sentimiento de triunfo que todavía nos llena de alegría se hizo presente durante el discurso que pronunció el líder moral de nuestro partido, que con apenas 4 años de existencia, logró abanderar la victoria más apabullante de la historia democrática de nuestro país.
Muchas de las promesas de campaña fueron refrendadas hoy en el 5° congreso extraordinario, como la duplicación del apoyo a los adultos mayores, la cancelación de la mal llamada reforma educativa, la creación de 100 nuevas universidades públicas, las becas para estudiantes de nivel básico, medio superior y superior; el pago de 3 mil 600 pesos mensuales a jóvenes desempleados durante su capacitación como ayudantes, y el cuidado al medio ambiente.
Quizá uno de los puntos que más llaman la atención sea creación de escuelas de formación política, que fomenten los valores democráticos, la organización, el diálogo y la toma de decisiones entre los jóvenes que habrán de cuidar el legado de nuestro partido político.
Así como Andrés Manuel aseguró que fueron los ideales de Morena los que nos dieron el triunfo el pasado primero de julio, también afirmó que nuestro futuro no será el mismo de otros partidos, que anteponen intereses personales a los de la nación, por lo que terminan olvidando sus ideales y vendiendo sus principios.
La victoria política que hemos logrado debe proyectarse hacia el futuro en una línea recta, guiada por valores morales que realmente logren transformar la vida de quienes más lo necesitan. En ese sentido, y siendo consecuentes, anunció que Yeidckol Polevnsky, dirigente nacional de Morena, adelantó que la agrupación política renunciará al 50% del financiamiento público que por ley le corresponde.
“No puede haber gobierno rico y pueblo pobre… El poder sólo tiene sentido y se convierte en virtud cuando se pone al servicio de los demás”, esas son las frases con las que se sintetiza el plan de austeridad republicana y democratización de la vida pública que impulsamos como ejes del plan nacional de desarrollo para los próximos años.
Para tales efectos, será necesaria una reforma política que castigue con prisión y sin derecho a salir bajo fianza a quienes comenta actos de corrupción durante sus encaros, así como a quienes cometan fraude con la intención de conseguir un cargo público.
Sin duda el camino todavía es largo, pero con el apoyo de la militancia y de la sociedad que ha abrazado a este movimiento, auguramos que los años venideros serán de gran progreso para México, tanto económico como político y moral. Llenos de orgullo hoy decimos: ¡Que viva Morena y que viva México!