Federico Ovalle Vaquera, Secretario General de la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos, adelantó que como CIOAC construyen un conjunto de propuestas tanto de carácter legislativo como de políticas públicas que habrán de discutir con el nuevo gobierno cuando asuma su encargo el 1 de diciembre.
Se discutirá, en la plenaria de dirigentes nacionales a realizarse el próximo fin de semana, varios temas como: Promover la conformación de un banco nacional de fomento agropecuario, una política de regulación de mercados, preservar nuestros recursos energéticos, reorientar el gasto público, definir la defensa de la propiedad social de la tierra de los ejidos y comunidades asó como la defensa y uso racional del agua, entre otros.
“Trataremos de construir acuerdos para que la visión de los productores, de los campesinos, de las organizaciones de agricultores, sean incorporadas al nuevo diseño de políticas públicas para el rescate del campo y el desarrollo del medio rural”, enfatizó.
Para empezar debemos estar conscientes de que el 38.6 por ciento de los productores son mayores de 60 años y apenas el 0.9 por ciento es menor de 25 años, lo que refleja que no se están incorporando jóvenes a trabajar en el campo mexicano. 6.7 millones de personas (12.5% del total) trabajan en el sector primario.
La participación de pequeños productores con el 3.1% del PIB que se genera muestra las condiciones rudimentarias de producción del sector primario y por consecuencia la baja rentabilidad, también explica parte de las razones de la pobreza que alcanza al 58.2% de sus habitantes y la pobreza extrema en la que viven el 17.4% de la población rural mientras que en las zonas urbanas esta pobreza extrema es de 0.4%.
Sin embargo, eso no es todo, el nuevo Gobierno que encabezará el Presidente electo Andrés Manuel López Obrador, debe saber ya que el campo está devastado por falta de una política integral y que el discurso del Presidente Enrique Peña Nieto de que México se convirtió en un país exportador esto es “engañoso”.
En ese sentido, mencionó que el primer lugar en exportación lo tiene la cerveza, industria que en el país producen y comercializan trasnacionales (Holanda, Bélgica y Estados Unidos).
Caso similar es el de las bebidas alcohólicas, como el tequila o las marcas más grandes que también pertenecen a empresas extranjeras (Reino Unido, básicamente), de tal forma que la mayor parte de las ganancias de esta actividad finalmente abandona el país.
Resalta la venta de aguacate, fruto mexicano que vive un auge de consumo, sobre todo en Estados Unidos gracias al guacamole. Sin embargo, para cubrir la demanda se han tenido que deforestar en exceso los bosques michoacanos y de entidades federativas colindantes, lo que ha provocado que se promueva un boicot contra su consumo en este mercado.
“Pasamos de una dependencia alimentaria del 16% de las importaciones antes de la apertura y el TLCAN a una dependencia cercana ya al 50% actualmente”, destacó el dirigente de la CIOAC.
“Más allá del éxito exportador del campo mexicano, hay que abrir los ojos y dirigir la atención a abonar en favor de la soberanía y la seguridad alimentaria, términos que no están peleados con la apertura comercial, sino sólo se ponen en diferente orden los intereses de la población y sus tradiciones”, dijo.
Por ejemplo, el campo mexicano registra una devastación del 50% según cifras de la FAO. El 22.5% de la mano de obra de grandes productores son mujeres, porcentaje superior al que emplean los pequeños y medianos, que es de 16.5 por ciento. El 92.6% de las unidades de producción grandes utiliza tractor, proporción superior a la de los pequeños y medianos productores (73.7 por ciento).
Asimismo el 85.7% de los grandes productores y el 32.9% de los pequeños y medianos productores utilizan alguna tecnología informática y de comunicación para el desarrollo de su actividad, señaló el dirigente de la CIOAC.
En el campo mexicano trabajan 6 millones de personas; en actividades ganaderas lo hacen 777 mil, y en pesca y acuacultura 172 mil (en todo el país existen 52.9 millones de empleos). Del total de personas que laboran en el campo, 34 por ciento no ha concluido la primaria y 30 por ciento sólo cuenta con estos estudios.
En cuanto a salario, 27 por ciento no recibe ingresos, mismo porcentaje que obtiene no más de un salario mínimo; 26.1 por ciento recibe entre uno y dos salarios mínimos; mientras que sólo 1.4 por ciento tiene entradas superiores a cinco salarios mínimos.
Es necesario, dijo, la definición de nuevas políticas públicas y una nueva estructura programática que hagan posible abatir la dependencia alimentaria, garantizar la autosuficiencia y la soberanía alimentaria así como reorientar el gasto público hacia las pequeñas y medianas unidades de producción, propiciar el incremento de la productividad y el volumen de la producción nacional.
En entrevista de medios, el dirigente de la CIOAC, precisó que parte de esta construcción será motivo de debate, de análisis en nuestro evento de conmemoración del centenario del natalicio de nuestro fundador y líder Ramón Danzós Palomino.