Ciudad de México.- “Frente a una oportunidad histórica y ante la posibilidad de sentar un precedente en la impartición de justicia se encuentra Francisco Murillo Ruiseco” sostiene la senadora Geovanna Bañuelos de la Torre para posteriormente afirmar que “en caso de tener la convicción y congruencia con la función que desempeña, el fiscal deberá realizar una investigación seria e imparcial sobre los presuntos ilícitos cometidos por Miguel Alonso Reyes y sobre todo, sin la influencia de poderes externos”.
Recientemente, Murillo Ruiseco reveló que ante la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJEZ) hay cinco carpetas de investigación contra el ex gobernador de Zacatecas, familiares y exfuncionarios. Tres denuncias fueron turnadas por la extinta Procuraduría General de la República y otras dos fueron presentadas ante la fiscalía de la entidad.
“Inexplicable que en seis años Miguel Alonso amasara una fortuna de ranchos ostentosos, similares a los capos de las drogas; diversas fincas en la capital e incluso, otros inmuebles en diversos municipios”, denunció la senadora.
“Otro hecho grave, a más de dos años de haber dejado el gobierno, no se tenga el seguimiento por parte de órganos fiscalizadores como la Secretaría de la Función Pública, respecto a obras inconclusas y proyectos mal diseñados y cuestionables como el Centro Cultural ‘Toma de Zacatecas´ y el periférico Centenario. A la fecha no existe una investigación seria para saber con claridad a donde fue a parar el recurso millonario que se supone estaba etiquetado”.
Ante el cúmulo de pruebas y de no existir avance en las investigaciones, “quedará en entredicho la autonomía la Fiscalía General de Justicia del Estado y la honorabilidad del gobernador Alejandro Tello, quien en diversas ocasiones ha manifestado ser honesto y no encubrir a nadie”, sentenció.
Como diputada de las LX y LXII legislaturas, Comisionada Política del Partido del Trabajo y actualmente como senadora, Geovanna Bañuelos ha exhortado en reiteradas ocasiones se investiguen los presuntos ilícitos de Miguel Alonso Reyes, partícipe del llamado grupo de ‘gobernadores más corruptos del país’ en la historia reciente del país.