Roberto Cabral del Hoyo, un anecdotario fue el programa que presentaron en el primer día de actividades de la Feria Nacional del Libro de Zacatecas la escritora Citlali Aguilar y el poeta Veremundo Carrillo Trujillo, en el antesala de la apertura formal de este encuentro del libro y las letras.
Anécdotas, un panorama en el contexto literario de Zacatecas y del país, y la poética de Roberto Cabral del Hoyo, a quien está dedicada esta edición de la Feria del Libro, es lo que pudo escuchar un amplio auditorio congregado en el foro de las presentaciones editoriales, situado en Plaza de Armas.
Veremundo Carrillo habló de Cabral del Hoyo, del poeta y del ser humano, de su trato a los niños, de su obra y del humorismo con que veía la vida. Dedicado al estudio de la tradición clásica, Carrillo Trujillo habló de Anacreonte, contemporáneo de Safo y de otro viejo antiguo: Sófocles, como soporte a su intervención sobre el vate zacatecano.
Roberto Cabral del Hoyo fue un caballero que nos acostumbró a su venerable figura, fue joven y vigoroso, mencionó su sencillez y delicadeza y cómo llenaba los espacios con su personalidad, como los que viven y tienen la capacidad para expresarlo.
Él como nadie de su tiempo construyó el soneto, era un hombre de letras que no necesitaba de padrinos, era un poeta por sí mismo, la reunión de Los Ocho, grupo al que perteneció junto con Dolores Castro, se encontró con un poeta.
Hay tantas cosas porqué recordarle y no se le ha valorado lo suficiente, coincidieron. “Estamos orgullosos de él, nos vamos y tal vez nuestros nombres van a quedar en las calles, en las bibliotecas, en las escuelas o en los museos”, concluyó Veremundo.