Federico Ovalle Vaquera, Secretario General de la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos, externó su apoyo para acompañar al Gobierno del Presidente, Andrés Manuel López Obrador, en el cambio que promueve pero pidió que gobierne con los “esperanzados” que son los campesinos y sus organizaciones, además sugirió no sustentar este proyecto con gasto público sino acompañarlo con inversión privada, con una reforma fiscal progresiva donde paguen más los que generen más utilidades y verificar la ejecución de los programas para alcanzar la soberanía alimentaria.
Al hablar sobre su informe que dará el próximo lunes el Presidente Andrés Manuel López Obrador en el Zócalo capitalino, expresó:
“Esperaría junto con la CIOAC una rectificación en la definición del rumbo de la política económica y social para el país, específicamente para el campo. No estoy en contra de alcanzar un bienestar pero creo que el bienestar se logra con crecimiento económico y éste a su vez con inversiones y el gobierno está impulsando una política de bienestar a base de gasto público, es decir, generar satisfactores a partir de repartir dinero”, precisó.
En entrevista, el dirigente de la CIOAC, consideró que si el crecimiento económico no se concreta estaremos condenando al país a condiciones muy deplorables para la mayoría con el agravante de que, en la medida que se va retraiga economía habrá estragos entre la población.
Dijo compartir avances hacia un cambio en la política económica y social pero éste no se logrará con gasto público y políticas asistenciales por lo que para que haya mayores ingresos y el gobierno tenga mayores recursos, debe impulsarse una reforma fiscal progresiva.
Precisó, Federico Ovalle Vaquera, que la reforma fiscal progresiva consiste en establecer, a las ganancias de los grandes consorcios empresariales, una tasa impositiva mayor y no sólo recaudar impuestos provenientes de los consumidores.
Si no se hace, advirtió, no va a ver dinero suficiente. Entonces los proyectos quedarán frustrados, algunos incluso, corren el riesgo de cancelarse, agregó.
Habrá que darle un marco jurídico a la política soberanía alimentaria para reglamentar las reformas constitucionales que ya existen así como una nueva estructura programática y nueva reglas.
“Este año por ejemplo se van importar productos del exterior por casi 30,000 millones de dólares. Tan solo de maíz amarillo estamos importando alrededor de 30 millones de toneladas que si bien es para consumo animal, representa una inversión importante”, detalló.
Además, habrá que insistir en transparentar los recursos y hacer un uso suficiente del gasto público.
Esto debido a que, parte importante de los recursos se entregaron de manera discrecional, sin reglas de operación, sin lineamientos, sin padrón de beneficiarios y porque varios de los programas promocionados por la administración pública, se operan con grandes índices de corrupción.
En ese sentido, señaló el dirigente de CIOAC, el Programa Sembrando Vida otorgó recursos a “beneficiarios” que no son pequeños productores sino grandes productores; no se les dio a los dueños de la tierra sino los que rentan o que siembran la tierra de los dueños.
En tanto que el Programa Construyendo el Futuro enfocado a generar empleos arroja evidencias a quienes se registraron como productores o entidades para capacitar cuando en realidad son empresas medianas y pequeñas que despidieron a sus trabajadores formales para acceder a este esquema y en otros casos dieron de alta a los que aspiran a un empleo a cambio de una “mochada”.
El Programa de Precios de Garantía, en el caso de Zacatecas, donde se apoyó el frijol con 14 mil 500 pesos por tonelada se reporta que una parte fue a dar a manos del pequeño productor y el 50 % restante se aquedó con los dueños centros de acopio o con quien rentan parcelas.
Es decir, precisó, dieron una cantidad por el folio y otra por vender un volumen de 15 toneladas pero terminaron cobrando el precio de garantía por 100 hectáreas o 150 hectáreas; o por 100 toneladas mientras que un programa que estaba destinado para beneficiar a productores de hasta 20 hectáreas o un volumen de producción de 15 toneladas quedó en las manos de acaparadores.
Por ello recomendó mejorar los sistemas de vigilancia de compra-venta y entrega de recursos para que sean los verdaderos productores pequeños, los que reciben el apoyo.
Dijo, se necesita cambiar el presupuesto, no se puede conseguir autosuficiencia alimentaria ni dejar de importar si se recorta el gasto público a niveles, en algunos casos, escandalosos, de hasta 20 mil millones de pesos.
“Yo esperaría que el Presidente Andrés Manuel López Obrador, le tenga confianza a los mexicanos, a los campesinos, a los pequeños y medianos productores a fin de que hagan los ajustes correspondientes en el diseño de la política económica del país pues ésta debe estar fincada en el crecimiento nacional y rural”, concluyó.