Ante la gran desigualdad que existe en la producción del sector agropecuario y con la finalidad de eliminar esas brechas, desde el primer año de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, se pusieron en marcha programas orientados a favorecer a las personas más vulnerables del sector.
Durante muchos años, el campo mexicano estuvo abandonado por los que gobernaban anteriormente y se limitaron los apoyos a una sola élite, provocando una desproporción en la entrega de apoyos para producir en este vital sector y dejando fuera a una gran parte de productores que realizan ganadería de traspatio o de dimensiones más pequeñas.
En esta nueva visión del gobierno, el campo se contempla como un total integrador y se pretende en el plan de desarrollo la atención a los que menos tienen, en esta visión integral se están orientado los diferentes programas sociales, entre ellos Sembrando Vida, Producción para el Bienestar, Precios de Garantía y Crédito Ganadero a la Palabra.
Cada uno de los programas anteriores tienen la finalidad de detonar la producción de los pequeños productores para integrarlos a un nivel de crecimiento mayúsculo que pueda aumentar su capacidad de productividad y que, además de generar una mayor igualdad, también se genere la posibilidad de la detonación agropecuaria que beneficie a todo el país en el tema de producción, comercialización y exportación.
La reorientación de gasto dirigida al sector agropecuario y en específico a los productores más vulnerables atiende a una política pública diseñada por el presidente Andrés Manuel López Obrador que considera darle prioridad a los más desprotegidos para generar una mayor integración de este sector primario como lo es el campo.
En el pasado, los apoyos ganaderos estaban, generalmente, destinados a favorecer a grandes proyectos pertenecientes a productores de un rango económico alto y que concentraban la mayoría de los vientres que se comercializaban en el país. El reto ahora, es incorporar al pequeño ganadero a esta cadena de desarrollo de beneficio.
Para lograr incorporar a los pequeños ganaderos a la cadena de bienestar se trabajará de manera gradual a través del financiamiento subsidiado con bajo costo. La política pública está orientada a atender temas de prioridad como la capacitación, orientación y asistencia que contempla logra una autosuficiencia alimentaria.