México llegará al 2021 asediado por los “4 jinetes del apocalipsis” conformados por presupuesto electorero, crisis sanitaria, económica y de inseguridad, por lo que en el medio rural es urgente “defender el honor del campo” alejando al campesino de los Siervos de la Nación convertidos hoy en “Renteros” que benefician a los “Coyotes”; además hay que hacerle pagar al Gobierno Federal, a través de las urnas, el costo de sus propios errores, sostuvo Federico Ovalle, Secretario General de la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos.
Afirmó que estamos por terminar un decenio perdido en materia económica y social pero lamentablemente las organizaciones sociales y campesinas no han hecho su trabajo para evitar afectaciones en el medio rural ya sea por temor, conformismo o conveniencia a las dádivas que reciben.
Lo cierto, dijo, es que han sido omisas a su función social por lo que las convocó a dignificar su presencia y con ello el honor del campo mexicano en donde 3.5 millones de pequeños y medianos agricultores y 5 millones de jornaleros siguen su lucha para garantizar la autosuficiencia alimentaria.
En entrevista a medios, el dirigente de la CIOAC, se pronunció por dar la pelea en defensa de un Presupuesto de Egresos de la Federación 2021 que contemple apoyos e incentiven la producción en el agro nacional pues “si bien no hay garantías de ganar la lucha, ésta debe darse. No necesariamente con movilizaciones, es momento de la creatividad para detectar dónde y cuándo hacer que el Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador, pague sus errores tras dos años de administración errática.
Informó que como dirigente campesino ya elabora una propuesta de Proyecto Alternativo de Presupuesto para el Campo, diferente al presentado por la Secretaría de Hacienda, esté cuenta con un enfoque productivo que se ocupe en proporcionar asistencia técnica, mecanización como elemento a la productividad y crecimiento de la producción en su volumen.
Además se busca que sea fuente generadora de empleos y para lograr eso tendríamos que plantearnos metas de producción en los principales cultivos que se consumen en el país y no depender de importaciones provenientes de Estados Unidos.
También, añadió, se planteará una Reforma Fiscal Integral Progresiva donde se cobren mayores impuestos a quienes más ganancias obtienen; “es una reforma que hace falta así como una política contra cíclica que tampoco le gusta al Gobierno de López Obrador”.
El Secretario General de la CIOAC, Federico Ovalle Vaquera, cuestionó el verdadero fin del PEF 2021 pues ¿es para la producción alimentaria o es presupuesto electoral para obtener la mayoría en la Cámara de Diputados? el próximo año.
“Me pregunto: ¿el Presupuesto del Presidente Andrés Manuel López Obrador es para ganar votos, es para conservar la mayoría de los diputados en la Cámara y en las gubernaturas? Me parece que el Presupuesto tiene el sesgo de cuidar los intereses políticos del grupo gobernante”, remarcó.
Al hablar de los programas que opera la Secretaría de Agricultura como son Fertilizantes, Producción para el Bienestar y Precios de Garantía, dijo que los dos primeros no han dado los resultados deseados pues el primero dejó fuera a productores de 4 estados y sólo atendió a un pequeño grupo en Guerrero, mientras que la producción de alimentos es deficitaria pues tan sólo de maíz se importarán 2 millones de toneladas más y de fríjol 400 mil toneladas; más trigo, más arroz y soya, en los que somos prácticamente dependientes al 100% del exterior.
Detalló que en el Programa de Precios de Garantía, los funcionarios federales de bajo nivel conocidos los Siervos de la Nación se convirtieron en los “Renteros” pues son los que permiten los “moches” para comprar más volumen de producción de los principales granos básicos que se producen en el país.
Federico Ovalle es productor de fríjol y maíz en Zacatecas de donde es originario y ejidatario. Indicó que ahí el Programa de Precios de Garantía es limitado pues sólo beneficia a determinados segmentos con una superficie pequeña y un volumen de producción bajo.
Se trata, agregó, del grueso de la parte productiva que no son campesinos que tienen 10, 15 o 20 hectáreas; que producen 15 o más toneladas de maíz, de frijol, de sorgo o de trigo, quienes no entran en el Programa.
“Para que te admitan los excedentes de producción, tienes que pagar una mochada. Soy de Zacatecas y ahí se benefician los intermediarios vinculados a los Siervos de la Nación mejor conocidos como los renteros porque si tú como pequeño productor sembraste 10 hectáreas o 15, tienes un volumen mayor a 15 o 20 toneladas entonces para que lo puedas vender solo te reciben lo que ampara tu folio de ejidatario, es decir las 15 toneladas, pero contratas otro productor por 2 mil 500 pesos y entonces ya puedes vender otras 15 toneladas más u así sucesivamente si contratas a otro y a otro puedes vender 100 o 150 toneladas, eso todo mundo lo sabe”.
Ante todo este panorama en donde el movimiento campesino está inmóvil, el dirigente de la CIOAC, lamentó la profunda dispersión del sector el cual padece una crisis, mucho temor en las organizaciones; muchos que albergan esperanzas de que todavía van a voltear a verlos y otros preocupados de que no les corten los apoyos que les han venido dando y en sí no importa que sean legisladores de la Cuarta Transformación, todos tienen mucho temor.
En ese sentido, aseguró que hay una desarticulación y “no veo que este sector esté en disposición de defender el honor del campo y el orgullo campesino”.
Sin embargo, opinó, “tenemos que salir a pelear con una visión distinta aun cuando no logremos el triunfo ante las circunstancias que ha impuesto el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador y los legisladores en la Cámara de Diputados”.
Estoy convencido de que la movilización no es el mecanismo de pelea frente a este gobierno, ni siquiera frente a la Cámara de Diputados. Consideró que son otros los medios y las formas de pelea para hacerlos pagar el costo de sus errores, una opción son las urnas, expuso.
Planteó que habría que conformar, desde las regiones de los estados, la articulación y la unidad del Movimiento Campesino para pelear, desde allá, por los derechos a producir, a una vida mejor, para educarse y tener buena alimentación.