Comprometido con la preservación de los edificios más emblemáticos del municipio, el alcalde, César González Navarro, entregó la restauración del muro perimetral del atrio del Santuario de Guadalupe, proyecto que fue supervisado y aprobado por el INAH.
Al hacer la entrega, González Navarro, comentó que desde hace años se solicitó la restauración del muro perimetral del atrio del Santuario, pues con el paso del tiempo se fue deteriorando de manera importante, “por lo que era necesario intervenirlo de manera inmediata”.
Este reciento es un lugar emblemático –expresó el alcalde–, además de ser patrimonio cultural también es una de las maravillas en infraestructura que tiene el municipio de Guadalupe, de ahí la necesidad de darle el adecuado mantenimiento.
En tanto, el Padre Guardián, Fray Enrique Reyes Rodríguez, señaló que el atrio tenía un deterioro significativo, por eso se hizo la solicitud a las autoridades municipales para su intervención, misma que fue atendida de manera inmediata, “agradecemos todo el apoyo para hacer posible esta obra que nos beneficia a todos”, comentó.
Este proyecto es importante –agregó el Padre Guardián– porque el Convento es la primera imagen que se da como Guadalupe Pueblo Mágico y el edificio necesitaba ya el mantenimiento para mostrarlo en todo su esplendor a los turistas que lo visitan.
El proceso de restauración y preservación consistió en el retiro de 134 metros cuadrados de aplanados en mal estado de los muros del atrio, a base de cincel y marro, así como la consolidación de 100 metros cuadrados de aplanados en muro en riesgo de colapso a base de inyección de lechada de cal apagada tamizado, aditivo y mucílago de nopal.
Además de la integración de 134 metros cuadrados de aplanados a talocha en áreas faltantes del muro y la reintegración de 142 metros cuadrados de enmasillado en muros con acabado pulido, además de 378 metros cuadrados de pintura decorativa a la cal en muros interiores del atrio, y de 282 metros cuadrados de pintura a la cal en los exteriores.
Este procedimiento, en el que se invirtieron cerca de 400 mil pesos, fue realizado por profesionales calificados en la materia, una vez que el INAH aprobó el proyecto de intervención.