Como consecuencia del desinterés, omisión y negligencia del Secretario de Sedatu, Román Meyer Falcón, al no solucionar conflictos agrarios y actos de terrorismo impuestos por el gobernador en Tabasco, Carlos Manuel Merino con su grupo de choque “Los Colombianos”, este lunes 10 de enero, 80 familias campesinas podrían ser desalojadas de un predio que tienen en posesión por más de 20 años en el municipio de Huimanguillo, por lo que “hacemos responsable al Secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, de cualquier desgracia o pérdida de vida de algún campesino”, sentenció Álvaro López Ríos, Secretario General de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas.
Entrevistado afuera de la Secretaría de Gobernación, aseguró que el plantón, iniciado el miércoles pasado, se fortalecerá este lunes con otro contingente campesino proveniente de otros estados del país.
El predio que ocupan 80 familias tiene una superficie de 250 hectáreas y lo utilizan para la producción de granos básicos y crianza de ganado. Con la venta de los productos sobreviven los campesinos, informó María Luisa Frías Almeida, dirigente de la UNTA en Tabasco.
A su vez, Martha López Ríos, dirigente de la UNTA en el estado de Hidalgo, dijo que viajarán a Huimanguillo, Tabasco, en apoyo de las 80 familias que están amenazadas de desalojo este lunes y que, además, ya fueron a acosadas por el grupo criminal “Los Colombianos” protegidos por el gobierno del estado que encabeza Carlos Manuel Merino.
Hemos acordado tomar medidas y estamos convocando para que haya una guardia sábado y domingo, comentó el dirigente nacional de la UNTA, Álvaro López Ríos.
“Frente a una actitud indolente de la Secretaría de Gobernación para establecer una mesa de diálogo con funcionarios de buen nivel que puedan tomar decisiones, abrir y coordinar esfuerzos para atender problemas agrarios, hemos decidido quedarnos en plantón por tiempo indefinido afuera de Gobernación”, subrayó.
Advirtió que en la tierra del Presidente Andrés Manuel López Obrador y del Secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, puede haber un incidente de consecuencias graves pues esta en riesgo la vida de 80 familias, incluidos niños.
Por ello queremos llamar la atención de la población, a través de los medios de comunicación, tanto el Jefe de la Nación como el encargado de la política interna del país deberían evitar que llegue “la sangre al río y haya pérdida de vidas” ya que el grupo armado “Los Colombianos” han llegado en repetidas ocasiones al predio “El Carmen” para amenazar y obligar a los campesinos a abandonar sus tierras.
Del mismo modo, dijo, hacemos responsable también al titular de la Sedatu, Román Meyer Falcón, porque esta dependencia solo se dedica hacer negocio en la construcción de obras como estadios de beisbol e infraestructura urbana, abandonando el campo alno dar solución a los asuntos agrarios por lo que tenemos conflictos de esta naturaleza que pueden generar violencia y pérdida de vidas humanas, comentó Álvaro López Ríos.
Explicó María Luisa Frías Almeida, dirigente de la UNTA en Tabasco, que en el año 2017 el grupo de campesinos inicio un juicio ante el juzgado de lo civil, juicio que en primera instancia resultó favorable al grupo, sin embargo, la contra parte que es la empresa Ruiz Patrimonial, apeló y en segunda instancia le dan un giro al expediente y resulta negativo hacia el grupo campesino.
Este es un asunto agrario que está dentro del paquete denominado Acuerdo Nacional para el Campo, considerado como conflicto agrario y reconocido por el Gobierno Federal desde 2003 cuando se firmó el acuerdo.
Las mujeres campesinas que se mantienen en el campamento afuera de la Secretaría de Gobernación, vienen de los estados de México, Chiapas, Tabasco, Campeche, Veracruz, Hidalgo y Puebla, con sus respectivos asuntos agrarios.
Los asuntos agrarios que traen las mujeres para obtener respuesta de parte de la Secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández y del titular de SEDATU, Román Meyer Falcón son los de El Carmen de Huimanguillo, Tabasco; Lázaro Cárdenas de Chignahuapan, Puebla y el de Bodenquí, de Chapa de Mota, Edo de México.
