Es momento de reconocer que nos urgen más Federicos Sescoss, más Coroneles, más Toledo, más Ortices Pesqueiras y más Castanedos que defiendan con firmeza la nobleza y gallardía de la capital; que nos urgen autoridades locales que con profundo conocimiento del valor histórico y artístico de la ciudad que gobiernan le pongan un alto en serio al abandono, al deterioro, a la basura, al ambulantaje, al graffiti, al ruido estridente de tugurios baratos y de mala muerte, entre otros males.
Así lo manifestó el Magistrado Arturo Nahle García, Presiente del Tribunal Superior de Justicia, en la Sesión Solemne de la LXIV Legislatura del Estado con motivo del 30 Aniversario de la Inscripción del Centro Histórico en la Lista de Patrimonio Mundial por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Tecnología.
En su intervención el Magistrado Nahle García sintetizó que solo nueve ciudades de México ostentan un título de esta envergadura universal, dijo, “¿y cómo no había de ser reconocida esta ciudad fundada en 1546 junto a las minas más generosas de la Nueva España?, ¿cómo no había de recibir este título este conjunto de casonas, templos, monumentos y plazuelas hermosas construidas en cantera rosa entre calles caprichosas al pie del épico Cerro de la Bufa?”
Por ello, dijo, es hora de reafirmarla como un polo turístico eminentemente cultural y de proyectar su futuro como un espacio bello, seguro, de gente hospitalaria, con servicios de calidad y atractivo para la inversión y finalizó confiado de que esto y más es totalmente posible, no cuesta tanto, el trabajo todo lo vence.