La senadora Geovanna Bañuelos llama a la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, así como a sus homólogas en las 32 entidades federativas, a establecer o en su caso, fortalecer los servicios de apoyo psicológico, accesibles, gratuitos y confidenciales para quienes integran las corporaciones de seguridad pública del país.
Mediante un punto de acuerdo presentado a la Comisión Permanente la coordinadora del Grupo Parlamentario del Partido del Trabajo (GPPT) pide además fortalecer la capacitación y concientización sobre salud mental entre el personal de seguridad pública, de modo que los integrantes y personal de mando sean capaces de identificar signos de estrés y problemas de salud mental; así como fomentar el uso de los servicios de atención a la salud mental, reduciendo el estigma asociado a buscar ayuda dentro de las corporaciones.
En el documento inscrito en la Gaceta de este miércoles, Geovanna Bañuelos, señala que actualmente los integrantes de los cuerpos policiacos en México enfrentan duras condiciones para desarrollar su trabajo, mismas que afectan gravemente su salud física y mental.
“Factores como el estrés, las amenazas del crimen organizado contra ellos y sus familiares, la incertidumbre laboral y los bajos salarios aumentan la ansiedad y la depresión”, enfatiza.
De acuerdo con estudios realizados por la asociación civil Causa en Común sobre la situación que viven los policías en todo el país, señala que las condiciones de estrés extremo y jornadas extenuantes magnifican los riesgos a los que se enfrentan los agentes policiales en México.
Un 40% de los elementos encuestados considera que su salud sí se ve afectada por su trabajo. Los padecimientos más frecuentes son aumento o disminución de peso, irritabilidad, insomnio, ansiedad, nerviosismo y fatiga crónica; es decir, el síndrome de “burnout”.
“En México no existe ninguna ley que regule los horarios de trabajo de los cuerpos de seguridad municipal, estatal y federal, lo que provoca una heterogeneidad de esquemas de trabajo y en muchos de los casos, largas jornadas que vulneran los derechos laborales de los integrantes de los cuerpos de seguridad”, lamenta la senadora Geovanna Bañuelos.
El estudio de Causa en Común señala que en casos extremos, la tensión llega a generar problemas psicológicos, emocionales o trastornos psiquiátricos severos y, consecuentemente, ausentismo, adicciones, incapacidades y muertes por accidentes o suicidio.
“Los policías en México trabajan en condiciones precarias, cumpliendo turnos de 24 horas o más, con sueldos y prestaciones muy reducidos, con equipos e instalaciones inadecuados, sin capacitación suficiente, y con frecuencia soportando tratos denigrantes al interior de sus corporaciones”, señala la legisladora.
Además, Geovanna Bañuelos, expresó que de acuerdo con un informe del Instituto Belisario Domínguez, los salarios promedio mensuales de policías y agentes de tránsito en las 32 entidades federativas durante los tres primeros trimestres de 2023 revela que, en el mejor de los casos: Nuevo León alcanzó los 14 mil 119 pesos mensuales; mientras que, en el peor de los casos: Morelos fue de solo 2 mil 331 pesos, lo que equivale al 35% de un salario mínimo mensual, incluso por debajo de la mitad de un salario mínimo.
De igual forma, Geovanna Bañuelos lamenta el aumento de suicidios en policías. De 2017 a la fecha han sido 111. De estos, 41 casos son de integrantes de policías municipales; 35 policías estatales; 20 policías ministeriales; 12 de la Guardia Nacional y 3 casos de integrantes de cuerpos de seguridad penitenciarios.
De acuerdo con los registros del proyecto Azul Cobalto, 61 suicidios de elementos de seguridad se suscitó en su día franco y al menos 46 ocasiones, el agente de seguridad se suicidó estando en servicio.
Desde el año 2017 a la fecha, los cinco estados de la república mexicana con mayor cantidad de suicidios de policías: Chihuahua con 17 casos; Veracruz con 11; Ciudad de México con 10; Estado de México con 8; y Puebla con 7 casos.
“Es fundamental establecer servicios de apoyo psicológico accesibles y confidenciales para los policías, incluyendo terapias individuales y grupales, así como programas de bienestar mental. Estos programas deben estar disponibles de manera continua y adaptarse a las necesidades y realidades que enfrentan los agentes en su entorno laboral”, expuso la líder parlamentaria.
Para Geovanna Bañuelos, es necesario fortalecer la capacitación y concienciación sobre salud mental, con programas de capacitación para que los policías y sus superiores sean capaces de identificar signos de estrés y problemas de salud mental, concluyó.