Durante la sesión solemne del Bicentenario del Primer Congreso Constitucional emanado de la Constitución Federalista de 1824, el diputado federal Miguel Alonso Reyes, indicó que el legado que heredamos nos hace sentir profundamente orgullosos y comprometidos, ya que en esta Carta Magna se establecieron las bases para crear un sistema de equilibrio de poderes y como parte de ello la instauración de contrapesos entre el Legislativo, el Ejecutivo y el Judicial.
“La excesiva concentración del poder público genera gobiernos centralistas y autoritarios que contradicen el espíritu del Constituyente del 24; por eso debemos recordar que cada vez que haya sesgos de corte centralista, México retrocede”, enfatizó el legislador.
En el marco de esta sesión solemne, el congresista lamentó que la reciente Reforma al Poder Judicial dañe el equilibrio de poderes y trastoque la independencia judicial en detrimento de una adecuada impartición de justicia.
“Las legisladoras y legisladores de nuestro partido creemos en el imperio de la ley y en la supremacía de nuestra Carta Magna. Nos mantendremos firmes en promover el respeto a la pluralidad de ideas y pensamientos para generar consensos a partir de los cuales todos los ciudadanos gocen de las mismas oportunidades y derechos, sin exclusiones ni divisiones promovidas desde el poder y que tanto daño le han causado a México”, agregó el diputado Alonso Reyes.
Sostuvo que el PRI ha sido y seguirá siendo un actor responsable en la defensa y promoción de los valores y principios consagrados en la Constitución, actuando invariablemente a favor de la sociedad.
Confió en que surgirá un México de instituciones fuertes e independientes y renacerá un México que prevalecerá y lo hará de la mano de infantes y nacientes generaciones de ciudadanos de genuina racionalidad y conciencia; ciudadanos que sabrán estar a la altura de los ideales de quienes forjaron nuestra suave patria.
El representante del tricolor por Zacatecas aseguró que se debe ratificar el compromiso con las causas de un pueblo que demanda mayores libertades, pleno ejercicio de sus derechos y una aspiración legítima a vivir en un país desarrollado, compartido e incluyente, con estabilidad y, sobre todo, con paz y seguridad para todas y todos.