Con la primavera en su voz, en su atuendo y en su cabeza, Lila Downs pisó el máximo foro del 28 Festival Cultural Zacatecas 2014 ante miles de asistentes que se dieron cita desde muy temprana hora para escucharla.
Considerada como el tesoro de México para el mundo, la cantautora, actriz y activista de origen oaxaqueño fue la creadora de una noche repleta de sensaciones que evocaron a la vida a través de la música.
“He tenido el privilegio de tocar en este escenario y muchos de los que me escuchaban siguen aquí, inspirándose con la música de México y con la nuestra”, manifestó dichosa la cantautora que no dejó de conmover a los asistentes con su potente voz.
Con la consigna de rescatar la música popular y folklórica de México desde 1990, y llevarla a todos los rincones posibles, Lila Downs cantó, bailó y sonrió a un público zacatecano y turista que se entregó en cada una de sus interpretaciones.
Melodías de dominio popular y que son ya parte de una tradición nacional con trascendencia generacional, Lila Downs rindió un homenaje a cada uno de los compositores que han hecho de su música lo que es ahora: un canto a la vida.
De Agustín Lara a Marco Antonio Solís, José Alfredo Jiménez, Cucho Sánchez, Tomás Méndez, Chavela Vargas, así como composiciones propias la oaxaqueña multirreconocida y premiada hizo un recorrido por melodías como Piensa en mí, Tu cárcel, La que se fue, Vámonos, Fallaste corazón, Paloma negra, La cumbia del mole, Mano negra, entre otras.
“Catedral de Zacatecas barroca, única en América… con la Suave Patria en el cielo de Ramón López Velarde”, mencionó conmovida la cantante al ver el cielo y mover su vestido al compás de sones jarochos, cumbias, ballenatos, folklor y más sonidos que se fusionan con géneros y ritmos actuales como el dubstep, el tribal, el balkan beat y el fraseo.
Una de las embajadoras más importantes de la cultura mexicana, que se ha presentado en importantes escenarios de México, Estados Unidos, Europa y Turquía, y que ha colaborado con artistas como Caetano Veloso, Natalia Lafourcade, Niña Pastori, Benny Ibarra, entre otros, ofreció una triunfal presentación llena de color, sabor y calidez.
El tesoro de México para el mundo puso de pie a todos los asistentes a su concierto en el que agradeció al Gobierno del Estado, al Instituto Zacatecano de Cultura (IZC) “Ramón López Velarde”, a sus músicos, a su staff y al público.
“Esas canciones no son propias para una niña, pero yo ya crecí”, dijo la cantautora que por más de de una hora reinventó la música mexicana para traerla a Zacatecas y vestirla de primavera con cada una de sus piezas, homenajeando a la vida y a la música.
