Al Pueblo de Zacatecas:
Las organizaciones políticas, sindicales y sociales firmantes, ponemos a su consideración el presente documento:
La expropiación y nacionalización petrolera fue resultado de la heroica lucha de la clase obrera mexicana y del respaldo decidido del pueblo a la decisión patriótica, para concretizarla, por parte del presidente Gral. Lázaro Cárdenas del Río. Con esta medida nacionalista nuestra nación inició la lucha por su segunda independencia, abriendo paso al capitalismo de Estado y sirvió de ejemplo para otros pueblos que como el nuestro enfrentan al imperialismo y luchan por su liberación nacional.
Sin embargo, a poco más de 75 años de haberse tomado esta medida sin precedentes en Nuestra América, nuestro país enfrenta otra vez la amenaza de los traidores a la patria y colaboracionistas de los intereses extranjeros, que históricamente son los que siempre le han abierto las puertas a la dominación extranjera, desde la llegada de los españoles hasta nuestros días.
A esta casta pertenecen en la etapa contemporánea los gobiernos que hemos padecido de 1982 hasta el actual de Enrique Peña Nieto. Gobiernos títeres, peleles de los yanquis que han ido entregando unos u otros, en mayor o en menor medida, la independencia y soberanía nacionales.
Han firmado toda clase de tratados y de planes leoninos, permitiendo al gobierno yanqui y a sus agencias de espionaje, políticas, policiacas y militares actuar impunemente en nuestro suelo patrio.
Así también atendiendo a las órdenes de los instrumentos de expansión y hegemonismo financiero yanqui, como son: FMI, BM, BID, OCDE, etcétera, han llevado a cabo la privatización total o parcial de ramas económicas, financieras y de servicios vitales para la economía nacional. Han desnacionalizado casi en su totalidad la economía mexicana, al desmantelar el capitalismo de Estado, que constituía la base económica sobre la cual surgieron derechos sociales y se crearon las instituciones para garantizarlos. La llamada “economía de mercado” que han impuesto en un país dependiente como el nuestro, equivale a la entrega sin restricciones de ningún tipo, de los intereses nacionales a los grandes monopolios transnacionales. Equivale a convertir a nuestra patria, a nuestra nación, en una colonia del imperialismo yanqui y a nuestro pueblo en un simple proveedor de mano de obra barata.
Ahora pretenden coronar su entreguismo privatizando nuestra riqueza petrolera que es de las más grandes del planeta y también lo que queda de nuestra industria eléctrica; y para recuperar aunque sea parte de los ingresos que perderá con la privatización del petróleo y la industria eléctrica, el gobierno pretende incrementar el IVA y extenderlo a alimentos, medicinas, libros, colegiaturas, transporte, etcétera.
Para esto ya han instrumentado toda una estrategia a la cual denominaron “Pacto por México”, entre el gobierno de Enrique Peña Nieto y “las tres principales fuerzas políticas” que según ellos son el PRI, el PAN y el PRD.
Este engendro denominado Pacto por México, le ha dado el aval a Peña Nieto para que en todas las giras que ha llevado a cabo en el extranjero, pueda presumir el respaldo del poder legislativo para modificar fundamentalmente el artículo 27 constitucional, que hasta ahora ninguno de estos gobiernos vende patrias lo ha podido hacer.
Además instrumentarán una aturdidora campaña mediática para engañar al pueblo, como lo han hecho infinidad de veces; por un lado, negando la privatización del petróleo y de la energía eléctrica y por otro sosteniendo que el aumento y la generalización del IVA beneficiarán a los sectores populares.
Ahora bien, en la medida que estos grupos de poder antipatrióticos cuentan con el número de votos suficiente en el Congreso de la Unión y en la mayoría de las legislaturas estatales (esto es, en el llamado Constituyente Permanente), no le dejan a nuestro pueblo, titular originario y último de nuestra soberanía nacional, otro camino que ejercerla en forma directa, tomando las calles para defender la riqueza petrolera y la industria eléctrica de nuestro país, y para rechazar en forma contundente el incremento al IVA y su aplicación en alimentos, medicinas, libros, colegiaturas y transporte.
¿Para qué es necesaria la movilización popular? Para impedir que modifiquen no sólo el artículo 27 constitucional sino también la legislación secundaria. Porque nada de esto es necesario; si hubiera un interés sincero, nacionalista y patriótico para modernizar y eficientizar la industria petrolera, con sólo poner a trabajar las refinerías existentes al 100% dejaríamos de importar de los Estados Unidos los 30 mil millones de dólares anuales de gasolinas, y esto a su vez nos permitiría construir nuevas refinerías. Además, podríamos exportar el petróleo, no crudo, sino refinado. También es urgente cancelar contratos con empresas extranjeras que llevan a cabo funciones que puede realizar Pemex y obligan a pago de sobreprecios; estas, entre otras medidas se pueden tomar de inmediato, darían frutos en el corto plazo y no requieren de cambios en la legislación.
Pero esto no es todo, porque ya sabemos que si impedimos la modificación constitucional, el gobierno de Enrique Peña Nieto instrumentará de todas formas todo tipo de acciones tramposas para seguir entregando la riqueza petrolera, la energía eléctrica, y también aumentará los impuestos. Entonces la tarea que tenemos es todavía más grande, y no es otra que la organización política del pueblo, su movilización y concientización para echar del gobierno de una vez por todas a los neoliberales y vende patrias, sean del partido que sean.
Por todo lo anterior hacemos un llamado a los legisladores federales zacatecanos y a los legisladores locales a ponerse del lado de la patria; llamamos también a las demás organizaciones sindicales y sociales, a la juventud y a la sociedad en general a sumarse a la movilización popular en defensa de los intereses nacionales y a fortalecer al Movimiento Zacatecano en Defensa del Petróleo que hoy nace en nuestro estado.
¡¡¡Viva Zacatecas!!!
¡¡¡Viva México!!!
Zacatecas, Zac., 12 de agosto de 2013