Manuel Medina.
Dos grupos de manifestantes en solidaridad con Ayotzinapa, hicieron presencia en el desfile conmemorativo de la revolución mexicana, el primero se encontró frente a plaza de armas, apenas a unos metros del templete donde el gobernador Miguel Alonso Reyes y funcionarios observaban el evento, el segundo se encontraba en las inmediaciones del Portal de Rosales.
Los grupos de manifestantes, que en conjunto reunieron a un aproximado de 100 personas, resaltaban a la vista y oído del público asistente, ya que mediante el golpeteo de cacerolas y gritos como el de “vivos se los llevaron, vivos los queremos.” “Si no hay solución habrá revolución.” “Que se vayan todos.” Y entre otros canticos más, encontraron la manera de sumarse a las manifestaciones globales en solidaridad con los 43 desaparecidos de Ayotzinapa, Guerrero.
Entre el aglomerado de inconformes podía verse que la gran mayoría eran jóvenes, aunque también podían verse personas adultas, casi la totalidad vestían de negro, color elegido para las manifestaciones a nivel nacional, a fin de representar el luto en el que vive el país.
Mientras transcurría el desfile, el grupo que se manifestaba frente a la plaza de armas y debido con la cercanía con el templete, fue rodeado por vallas metálicas al fin de impedir su paso a donde se ubicaba el gobernador del Estado y a los funcionarios públicos.
Uno de los manifestantes que se encontraba en este grupo, comunicó en entrevista que fueron objeto de represión, ya que elementos policiacos vestidos de civiles les impedían el paso más allá de las vallas de seguridad. También dijo que policías, así como personas enviadas por gobierno se mantenían cercanas a los manifestantes al fin de tomarles fotos o estar atentos de las acciones que tomarían.
Una vez concluido el desfile, el grupo de manifestantes decidió marchar por la Avenida Hidalgo, donde mostraba a las personas que los observaban carteles y mantas alusivas a los 43 estudiantes desaparecidos.