El vestíbulo del Congreso se vio engalanado con la presencia de un nutrido grupo de familiares, amigos, y sobre todo, de ciudadanos que comparten el gusto por la lectura y la poesía, quienes disfrutaron durante la exitosa presentación, la experiencia de vida de Raúl Medina Gómez, contada a través de sus versos octosílabos que reflejan con nostalgia la vida cotidiana de un pueblo, las visiones infantiles de su transcurrir en Cuxpala, Moyahua de Estrada Zacatecas.
Después de felicitar al autor del libro “Romance a mi pueblo” por cumplir con el objetivo de presentar su libro en el Congreso del Estado, se dijo comprometida para apoyar desde la Comisión de Cultura, a otros autores y artistas Zacatecanos que con toda seguridad, aportarán su talento y creatividad al esfuerzo de las autoridades para convertir a nuestra entidad en uno de los centros culturales más importantes del país.
Raúl Medina Gómez es abogado y maestro universitario jubilado, y gracias a su empeño y tenacidad se ha revelado en él una tercera personalidad; “ser cantor de su tierra natal”, de la que salió desde los seis años para cursar la primaria en el CEBARE de Guadalupe, Zacatecas, y posteriormente radicar en la ciudad de Guadalajara Jalisco.
Sus versos fueron entregados por su propia voz, con pasión, emoción, sensibilidad, y la dignidad que ofrece la sencillez de un hombre forjado en la espiritualidad y la libertad de pensamiento. El eco de su inteligencia, sus inquietudes, motivaciones y la transparencia de ser humano universal, lo concentra en esta edición de nueve capítulos cuya riqueza ofrece generoso a quienes tengan la suerte de abrir este baúl cargado de sueños, historias, tradiciones y rituales que huelen al terruño; Cuxpala.
El tema de sus versos son profundos; dios, el amor, la muerte, el tiempo, suspendidos en sacralidad, en el sentimiento más íntimo que guardamos cada uno de los seres humanos y que dan valor a nuestra propia existencia. El “Romancero a mi pueblo”, es también, según el autor, un breviario a la muerte, un compendio deísta del hombre dolido por su finitud..
Pero también son un popurrí de canciones, romances, leyendas, amoríos, paisajes, voces que nos hablan de nuestras tradiciones populares en el rancho y la montaña, lo auténtico, lo propio; herraderos, fiestas patronales, noviazgos, bodas, alabanzas, hasta llegar a las mortuorias fechas en que sosegamos nuestros duelos y exequias.
Mira la flor como luce,
Y sabe que va a morir,
Por eso vino a existir,
Por eso, piensa y deduce.
*
Ranchos con agua y con vida,
Llenos de calor humano,
Donde el sol sale temprano,
Y la luz brilla escondida.
*
Es un consuelo en la tierra,
Un refugio de esperanza,
Y que escondido se aferra,
cuando la fe ya no alcanza.