Al señalar como un avance el transformar de fondo la naturaleza jurídica del Distrito Federal y lograr su autonomía, el Senador de la República, David Monreal Ávila, lamentó que con ello se destruya la naturaleza jurídica del resto de los Estados y los transforme en entidades federativas para reducir su nivel político-constitucional al de organismos casi administrativos.
Detalló que la presente reforma contiene muchos elementos positivos que valen la pena destacar, pues al fin se tendrá una Constitución para la Ciudad de México, la cual, se redactará por una Asamblea Constituyente que será elegida por los ciudadanos.
Sin embargo, sostuvo Monreal Ávila, aceptar esta reforma en los términos que se presenta, dejará a los ciudadanos del Distrito Federal parcialmente satisfechos, debido a que presenta varias deficiencias que deben corregirse.
Al respecto, explicó, se le otorga al Distrito Federal una cierta autonomía política, en virtud de que se mantienen ciertas características, con la única justificación de que es la capital de la República, es decir, se le otorga una autonomía política pero no soberanía, simplemente se está creando un régimen híbrido.
Asimismo se destruye la naturaleza jurídica del resto de los Estados y los transforma en entidades federativas para reducir su nivel político-constitucional al de organismos casi administrativos, los Estados que conforman el país, ven mermadas sus competencias político-constitucionales a favor de los poderes federales, con el abuso de las reformas a la Constitución Política Federal.
La Ciudad de México y los demás demarcaciones estatales merecen llamarse Estados y no entidades federativas con las finalidades de: acrecentar sus competencias, evitar que sigan perdiendo atribuciones respecto a la Federación, garantizar su autonomía frente a la Federación, y para ejercer con libertad su régimen interior dentro del Estado Federal.
Lamentablemente el presente dictamen carece de mecanismos de participación ciudadana, pareciera que la presente reforma política del Distrito Federal es un tema que trata de apropiarse el partido que gobierna la Capital de la República, cuando en realidad debería tener un contenido altamente ciudadano y plural, no partidista.
Se deberían incluir todas las vías de democracia participativa y deliberativa, entre ellas la revocación de mandato y el referéndum, y que éstas sean efectivamente accesibles a los ciudadanos.
Sin duda la reforma constitucional es un gran avance, empero, se debe priorizar los verdaderos cambios que requiere la capital de los mexicanos, por construir un gobierno eficiente, considerando el fortalecimiento de sus poderes, la apertura y pluralidad de sus delegaciones, la participación ciudadana y una visión que la distinga del resto del país: como capital de la República, finalizó.
