Raúl F. Silva/C58
La Secretaría del Campo (Secampo) ha detectado que en cuatro municipios del semidesierto zacatecano se concentran grandes zonas no aptas para la agricultura.
En esas áreas de Villa de Cos, Melchor Ocampo, Mazapil y El Salvador, los productores invierten cerca de mil pesos que reciben del Procampo por hectárea, únicamente recuperan 700 pesos.
Para esos casos, esta dependencia estatal trabaja el programa de incorporación al esquema de reconversión productiva para rehabilitación de 300 mil hectáreas que son utilizadas para la agricultura, pero que no tienen potencial para ello.
Jesús Vallejo Díaz, subsecretario de agricultura de la Secampo, informó que actualmente se han reconvertido 30 mil hectáreas de las 300 mil planteadas como meta.
La meta no se ha logrado debido a la resistencia de los productores para dejar de sembrar sus tierras, explicó, ya que la mayoría de los agricultores tienen en promedio 60 años de edad y se han dedicado por lo menos 40 a las actividades del campo.
Convencer a esos agricultores de dejar de laborear las tierras es una “tarea titánica”, indicó, pese a que se les ofrece un recurso económico de parte de Procampo a de que cerquen sus predios y los manejen de acuerdo con un plan de trabajo.
Dichos planes de manejo pretende que el estado sea un territorio de zacate, por lo que a la fecha en los esquemas se suscribe la siembra de pasto banderilla y navajita, por ser estos de los más resistentes y representativos de la entidad, dijo Vallejo Díaz.