El Presidente de la Unión Nacional Integradora de Organizaciones Solidarias y Economía Social, Javier López Macías, alertó que en los últimos 15 años, en México, el número de artesanos indígenas disminuyó de ocho a cuatro millones; cerca del 80 por ciento de los artesanos tiene entre 40 y 80 años de edad; el 52.3 por ciento de la población del gremio artesanal gana menos de un salario mínimo y además debe enfrentar el plagio de sus diseños por parte de marca extranjeras.
Demandó del Gobierno Federal su intervención a fin de evitar que marcas extranjeras “plagien” diseños de los artesanos indígenas mexicanos pues se pueden observar en blusas para mujer, zapatos deportivos, entre otros.
Esta demanda se da, dijo el dirigente de UNIMOSS, luego de que hoy fue aprobada la Declaración Americana sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, por parte de la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos.
En ella el Organismo Constitucional insta a todas las autoridades del Estado mexicano, para que en el ámbito de sus competencias adopten todas las medidas necesarias para armonizar la legislación interna y las prácticas administrativas a la luz de la Declaración Americana sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.
El texto de la Declaración reconoce, entre otros, el derecho de los pueblos indígenas a la libre determinación, a sus territorios ancestrales, a la consulta y consentimiento previo, libre e informado. Asimismo, el derecho a vivir libres de genocidio y otras formas de asimilación, discriminación racial y violencia.
La actividad artesanal enfrenta diversos desafíos para su desarrollo, entre los que destacan los altos costos de la materia prima y la falta de capital para proveerse, así como la introducción de productos manufacturados con alta tecnología y de forma masiva que se ofrecen como artesanías.
Además, afrontan las exigencias del mercado que imponen diseños ajenos a las tradiciones y al contexto artesanal nacional; la presencia de intermediarios, y la dificultad por conservar elementos culturales ancestrales.
En entrevista, afirmó “el trabajo artesanal es un oficio que no se valora en su justa medida, por lo que es común esta práctica”.
Javier López Macías, demandó mantener, controlar, proteger y desarrollar la propiedad intelectual de dicho patrimonio cultural; asimismo, prevé que conjuntamente con los pueblos indígenas, los Estados deberán adoptar medidas eficaces para reconocer y proteger el ejercicio de sus garantías.
Al Congreso de la Unión, solicitó, trabajar urgentemente en la creación de una ley que dé beneficios directos al artesano y, en consecuencia, a su actividad, por lo que la iniciativa debe buscar apoyarlos, principalmente a los pertenecientes a pueblos y comunidades indígenas, a fin de procurar el prestigio y orgullo de dicho oficio y asegurar la transmisión intergeneracional de estos saberes tradicionales.
El dirigente de UNIMOSS, hizo ver que la mayoría pertenece a comunidades indígenas, se encuentra en extrema pobreza y está apartada de sus más elementales derechos, por lo que es necesario atender al sector con la promoción, producción y difusión de su trabajo.
Señaló que, en la actualidad, cerca del 80 por ciento de los artesanos tiene entre 40 y 80 años de edad; 15 por ciento se encuentra entre los 25 y 40 años y sólo 5 por ciento tiene de 5 a 20 años. Esto significa que “nuestra mano de obra productiva artesanal envejece y surgen brechas generacionales muy amplias de una a tres generaciones”, afirmó la legisladora.
Además, más de la mitad de la población del gremio artesanal, 52.3 por ciento, gana menos de un salario mínimo, por lo que muchos jóvenes ya no participan en dicha actividad en la misma proporción que otros grupos de edad, según el Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías (FONART), precisó.
No todos los artesanos producen en la misma forma, algunos lo hacen de manera individual, en tanto otros trabajan con la familia en un taller, por maquila o trabajo a domicilio, por lo que los programas de desarrollo deben partir de dichas diferencias.
Finalmente Javier López Macías dijo que una de las riquezas culturales de México podría perderse si no fomentamos la actividad artesanal, principalmente en la población joven, por lo que es indispensable su difusión, organización y apoyo con ingresos dignos, a fin de que los artesanos mejoren su calidad de vida.