Después de seis años, la sociedad zacatecana, atemorizada por la ola de violencia que permea en todos los rincones del estado, ha constatado que de nada ha servido tanta inversión en infraestructura y equipo policial, ni federal ni estatal, para contrarrestar y prevenir la delincuencia, afirmó José Narro Céspedes, dirigente de la Coordinadora Nacional Plan de Ayala (CNPA).
Al fijar su postura sobre los acontecimientos violentos que han sacudido en los días recientes a la entidad, José Narro refirió que desde el inicio del gobierno de Miguel Alonso Reyes, éste prometió erradicar la inseguridad sin que hasta el día de hoy haya resultados positivos, y consideró que esa herencia de inseguridad será difícil de revertir por el nuevo gobierno de Alejandro Tello, si no define su postura primordialmente en defensa de la sociedad.
Ante la incapacidad preventiva y operativa del gobierno de garantizar y mantener la tranquilidad para los zacatecanos, Narro Céspedes confirmó que ni la militarización, ni la presencia ‘disuasiva’ de las corporaciones estatales y federales, han sido suficientes para responder a un reclamo ciudadano que cada vez se agudiza por una estrategia equivocada para darle rumbo y certidumbre a las y los ciudadanos zacatecanos.
“Lo que viene sucediendo a partir del pasado 12 de septiembre -cuando tomó posesión como gobernador Alejandro Tello-, es una clara provocación por parte de la delincuencia, que reta y sienta sus reales en Zacatecas con una ofensiva inédita que muestra a un gobierno débil”, subrayó el líder nacional de la CNPA.
El también consejero nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD) dijo que a pesar de los constantes llamados de los legisladores y el reclamo de la sociedad por que el gobierno al menos haga frente a la delincuencia, ni el gobierno estatal ni federal dan visos de avances en la materia, mucho menos de una logística de prevención del delito en todas sus manifestaciones.
Por eso ahí están los resultados que todos conocemos, a pesar que desde el sexenio anterior se presumía mucho del total respaldo del gobierno federal a Zacatecas para abatir la delincuencia; pero vemos que ni la marina, ni el ejército, ni la policía estatal, mucho menos las corporaciones municipales, estén interesadas en coadyuvar para recomponer el tejido social a través de la prevención y la educación.
“Es un reto inadmisible y una burla que la delincuencia se esté paseando en las ciudades zacatecanas, sin que las corporaciones hagan algo para garantizar la seguridad de los ciudadanos, quienes siguen viviendo con un temor constante por falta de respaldo institucional”, reiteró Narro Céspedes.
Así, agregó, la delincuencia “le da la bienvenida” al naciente gobierno de Alejandro Tello, con una vapuleada violenta que ha rebasado todas sus capacidades de reacción y acción inmediatas, “y nos negamos aceptar que esto ya sea inamovible al convivir todos los días con la violencia, cuando es tarea de todos, pero principalmente de las instituciones, revertir el efecto social y colateral que arrastra la delincuencia, en la misma cara del gobierno y las corporaciones”, concluyó.