El Presidente de la Unión Nacional Integradora de Organizaciones Solidarias y Economía Social, Javier López Macías, anunció que los pequeños y medianos empresarios del medio rural con apoyo de especialistas, alistan sus baterías para el análisis de cada una de las propuestas electorales, en materia agrícola y pecuaria que presenten los aspirantes a la candidatura Presidencial 2018, ya que el agro mexicano no requiere más “discursos tecnócratas, incendiarios, populistas, facilones o ignorantes ”.
En entrevista, luego de precisar que el resultado de este análisis derivado de las propuestas que se presenten por parte de los aspirantes, pasarán por un comparativo rumbo a la construcción de una contrapropuesta de los empresarios del ramo basada en cinco grandes líneas de acción para la transformación de raíz del campo, adelantó que las plataformas político-electorales para el medio rural deben ser de largo plazo con acciones inmediatas.
Consideró, al anunciar su encuentro nacional de dirigentes de UNIMOSS a celebrarse en próximos días, que hasta el momento el PRI, MORENA, Frente Ciudadano por México así como los aspirantes independientes a la Primera Magistratura del país, han presentado sólo diagnósticos de la problemática rural “tipo estadísticas del INEGI” pero sin soluciones de fondo.
Javier Eduardo López Macías, comentó que en encuentros con pequeños y medianos empresario del campo se detecta que en las campañas electorales rumbo a la Presidencia de la República, la similitud en ideas y propuestas entre partidos para captar el voto en el medio rural es el mismo ya que se sustentan “en refritos, son propuestas viejas, anacrónicas e inaplicables”.
Prueba de ello es que en México 139, 997,632 ha, equivalentes al 70% de los suelos mexicanos poseen niveles de muy bajos a medios de materia orgánica; 62, 150,189 ha, equivalentes al 31% del territorio mexicano son suelos degradados por la acidificación; 146, 798,064 ha, que significan el 73% de los suelos nacionales no poseen capacidad de intercambio catiónico suficiente, lo que explica la poca eficiencia de la absorción de los fertilizantes de síntesis química.
Es decir, la reducción de la fertilidad de los suelos, obliga a la búsqueda de alternativas para restaurar y mantener la productividad.
Aunado lo anterior, ni candidatos, ni partidos políticos ofrecen solución para elevar la productividad de los granos básicos como el maíz en el cual México es el país de origen del cereal, sin embargo ocupa el sexto lugar a nivel mundial en producción.
Detalló que la superficie sembrada de maíz, promedio anual es de 7.5 millones de hectáreas, 88% se cultiva en el ciclo primavera-verano, ello significa 6.6 millones de hectáreas, el restante 12% se cultiva en otoño-invierno en 0.9 millones de hectáreas.
En ese sentido, dijo que las autoridades reconocen que la mayor parte de las importaciones son de maíz amarillo que se orienta para el sector pecuario e industrial, y una baja proporción de maíz blanco para el consumo humano.
En México se producen alrededor de 23.5 millones de toneladas de maíz en 7.5 millones de hectáreas, donde se cultiva maíz: blanco y amarillo, el maíz blanco se produce para el consumo humano por valor nutricional.
Dijo, “se requiere de un cambio de fondo para la actividad productiva en el campo, es necesario un nuevo andamiaje institucional para comprometer la evolución que permita competir en un mercado abierto a fin de ser productivos”.
La mejor política social no es el asistencialismo, sino el desarrollo, la generación de fuentes de empleo y riqueza pero ello se logra con financiamiento, tecnología e innovación, con capacitación productiva.
Recordó que el PIB agropecuario puede llegar 5 por ciento pero éste se ha concentrado en temas de alta inversión.
Es necesario entonces, hacer todo un plan para sustituir lo que compramos del extranjero generando las condiciones donde se garantice una estrategia integral por vocación productiva, nichos de mercado, paquetes tecnológicos y ecológicos, con esquemas de valor agregado.