Raúl F. Silva/C58
Como un gigante en pie de lucha, el magisterio zacatecano despertó y estuvo a punto de devorar al gobierno del estado, quien intentó “chamaquearlos” e impedir la instalación de una mesa de negociaciones para evitar la aplicación de la reforma educativa en el estado.
Hoy se cumplió una semana del paro indefinido de labores en el sistema educativo estatal, organizado por los seguidores del Movimiento Democrático Magisterial de Zacatecas (MDMZ).
El magisterio disidente mostró su músculo al atiborrar las calles del centro capitalino con más de 20 mil personas que rechazan la reforma educativa, propuesta por el gobierno federal.
Desde temprana hora, los maestros desalojaron las instalaciones de Ciudad Administrativa como condicionante para que el gobierno de Miguel Alonso atendiera sus peticiones de establecer una mesa de negociaciones que estaba prevista para las 11 de la mañana.
Para esa hora, los líderes del MDMZ encontraron cerradas las puertas del Palacio de Gobierno, sede de la negociación, y ningún funcionario les dio cara ni explicación alguna.
En represalia, el profesorado estatal se plantó en las calles del centro por más de una hora, en espera de atender las indicaciones para presionar al gobierno del estado a atender sus demandas.
Gobierno del estado “está intentando volver a burlarse del magisterio”, ya que se muestran cerrados a entablar la mesa de negociación, sostuvo Víctor Hugo Montoya Gómez, secretario general del MDMZ.
Catalogó como una cobardía el cambio de comparecencias de funcionarios por parte del Congreso local, y como una falta de respeto la violación al acuerdo pactado con gobierno.
Dijo que liberaron Ciudad Gobierno porque el gobierno estatal “ofreció en garantía” la mesa de diálogo, acuerdo que se violentó.
La marcha partió de la maquina 30-30 por la avenida González Ortega, se conectó por las avenidas Torreón y Fernando Villalpando, siguió por el callón de veyna hasta llegar a Plaza de Armas.
Pasada la 1 de la tarde, la plaza ya estaba repleta de maestros, estudiantes y padres de familia que repudiaron la reforma educativa y su intento de privatizar la educación pública.
Miguel Alonso quien tiene la batuta? fue una pregunta se lanzó al aire y que se respondió con una rechifla de más de 20 mil personas en contra del mandatario zacatecano.
En la movilización participaron docentes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), del sindicato del Colegio de Bachilleres del Estado de Zacatecas (Cobaez), del Sindicato del Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos de Zacatecas (Cecytez).
Además de maestros de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), de la asociación estatal de padres de familias y alumnos de las escuelas normales de Zacatecas, Loreto, Nieves y Juchipila.
A las 2 de la tarde, se hizo pública en el mitin político, que se había iniciado la mesa de negociación entre los líderes del magisterio disidente y los secretarios de gobierno y de educación, Francisco Escobedo y Marco Vinicio Flores, respectivamente.
El descontentó del magisterio provocó que todos repudiaran el comportamiento y actitud represora de Marco Vinicio Flores, titular de la Secretaría de Educación de Zacatecas (Seduzac).
“En dos ocasiones el gobierno ha faltado a su palabra, creímos que teníamos uno de los mejores hombres en la gubernatura del estado y en dos ocasiones se ha comportado como una mujer chismosa porque falta a su palabra”, dijo uno de los oradores del mitin.
La mesa de negociación se instaló en el Hotel Baruk, rumbo a la salida a Fresnillo, lugar hasta donde un grupo de manifestantes se plantó para presionar a las autoridades estatales para aceptar sus condiciones de diálogo.
Una parte de los maestros permaneció en el centro de la ciudad con el bloqueo de calles y otra más se disipó a la caseta de peaje de Osiris.
Escobedo Villegas, dijo que el gobierno estatal no ha incumplido los acuerdos tomados con el magisterio zacatecano, aunque enfatizó que la reforma educativa no tiene reversa porque ya está en aplicación.
Explicó que el gobierno de Miguel Alonso no tiene atribuciones para derogar dicha ley, por lo que no descartó la posibilidad de usar la fuerza pública para solucionar el problema magisterial.
“Es un instrumento que goza el estado que no se descarta, pero no queremos llegar a eso”, recalcó el segundo del mandatario, aunque se continua con las negociaciones.