Javier Eduardo López Macías, Presidente de la Unión Nacional Integradora de Organizaciones Solidarias y Economía Social, sostuvo que a 16 años de creado el Programa Especial Concurrente para el Desarrollo Rural Sustentable (PEC), los programas y políticas de fomento al campo no reflejan un incremento de la productividad y ni en el desarrollo del sector agropecuario.
El campo mexicano a pesar de la política pública instrumentada desde 2003, basada en el desarrollo del sector agropecuario a través del PEC, “continúa estancado, con bajas tasas de productividad y reducidos niveles en la calidad de vida de sus habitantes, situación que se refleja en el mantenimiento e incremento de la pobreza”, destacó el dirigente de UNIMOSS.
En entrevista de medios, señaló que las debilidades del PEC han impedido que los recursos destinados al desarrollo del campo realmente logren su objetivo de impulsar el ramo agropecuario, “en realidad falta una estrategia conjunta, pues aparece como un apéndice del presupuesto federal anual”.
Tal situación, afirmó, denota la falta de una política de desarrollo del agro consistente con los objetivos plasmados en la Ley de Desarrollo Rural Sustentable (LDRS) de ahí que propuso tanto a la Cámara de Diputados como al Gobierno Electo de Andrés Manuel López Obrador, mejorar esta estrategia.
Por ley existe una comisión intersecretarial para el desarrollo rural sustentable en la que deben participar las 12 secretarias relacionadas en el PEC, sus funciones son de planeación, seguimiento y evaluación del cumplimiento de los objetivos de la ley y del programa, así como de implementar los sistemas y servicios contemplados en dicha ley, recordó.
Sin embargo dicha comisión durante este sexenio solo se reunió una ocasión para su instalación, y no volvió a sesionar, por lo que es claro la falta de compromiso con el desarrollo rural, por lo que podemos decir que el PEC termino por no ser programa, por no ser especial y mucho menos concurrente, aseguró el Presidente de UNIMOSS.
Algunos de sus agotamientos consisten en que hay demasiados programas y unidades responsables involucradas, cada una con sus propios objetivos, beneficiarios y reglas así como ausencia de una instancia rectora que dirija una estrategia única de desarrollo del medio rural.
Específicamente el PEC tiene debilidades, las cuales han impedido que los recursos destinados al desarrollo del campo realmente logren ese objetivo.
Existe, dijo, ausencia de una instancia rectora que dirija una estrategia única de desarrollo del campo, se carece de metas físicas cuantificables, lo que impide medir avances.
Además los programas, subprogramas y componentes con actividades a veces se duplican o, ocasiones, se contraponen pero también se detecta prioridad a programas sociales sobre los productivos.
Javier Eduardo López Macías, mencionó que de acuerdo con un estudio de la FAO y Sagarpa, el campo mexicano enfrenta bajos niveles de capitalización de sus unidades económicas rurales, problema que afecta al 29.6 por ciento de las 5.4 millones de UER del país, las cuales no cuentan con activos productivos y que corresponden principalmente a los estratos relacionados con actividades agropecuarias de subsistencia.
Tal carencia afecta de manera directa la productividad de las unidades económicas rurales, ocasionando con ello un bajo crecimiento del sector primario, y dando como resultado una insuficiente producción de alimentos para la población en el país.
Más aún, destacó López Macías, cifras del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados indican que en 2008, 26.1 por ciento del total de los recursos aprobados al PEC se concentraba en la vertiente de competitividad y 16.3 por ciento en la social, distribución que se ha ido invirtiendo en el transcurso de la última década.
En la actualidad, sólo el 15.9 por ciento de los recursos del PEC se canalizan a la vertiente de competitividad, en tanto que la social concentra 30.7 por ciento del total aprobados al PEC, en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2018.
Además entre 2012 y 2018, se ha registrado una caída en los recursos aprobados en el presupuesto al PEC, la cual en promedio anual asciende a 2.6 por ciento; mientras que en 2012 se le asignaron 390 mil 365.0 millones de pesos y para este año sólo se otorgaron 334 mil 314.0 millones de pesos, es decir, 56 mil 51.0 millones de pesos reales menos.
Afirmó el Presidente de UNIMOSS que México tiene un sector agropecuario con productividad muy baja respecto del nivel general de desarrollo del país, lo cual incide en la marginalidad y la pobreza en el medio rural. El efecto del PEC sobre las condiciones sociales de la población campesina e indígena ha sido apenas marginal.