Durante el III Foro de Evaluación de las Unidades de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMA) como política de conservación nacional, investigadoras e investigadores del Instituto de Ecología A. C., el Colegio de la Frontera Sur, la Universidad Autónoma de Chiapas y la Universidad Veracruzana, con apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), presentaron los resultados de la evaluación aplicada a las UMA de Veracruz, Tabasco y Chiapas.
Tras dos días de trabajo, Arturo Argueta Villamar, subsecretario de Planeación y Política Ambiental de la Semarnat, reconoció la riqueza de la información presentada y dijo que será de gran utilidad para delinear nuevas perspectivas para las UMA y los Predios o Instalaciones que Manejan Vida Silvestre (PIMVS) en forma confinada, fuera de su hábitat natural, así como para actualizar dichos modelos en favor de la conservación y el aprovechamiento de la biodiversidad en el sureste del país.
El funcionario informó que al mes de junio de 2020 se contaba con un total de 13,394 UMA, que representan 37.7 millones de hectáreas (19.2% del territorio nacional), de la cuales, en la presente administración se han incorporado al Sistema Nacional de Manejo para la Conservación de Vida Silvestre (SNMCVS) 337 UMA (323 de manejo en vida libre y 14 de manejo intensivo), con un total de 469, 250 hectáreas.
Destacó que las UMA y los PIMVS son también entidades que coadyuvan en el cumplimiento de las metas de Aichi, los objetivos del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) y las disposiciones de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES).
Por su parte, Armando Contreras, responsable técnico del proyecto MN/2016-4106, detalló que el estudio en los tres estados del sur permitió descubrir la necesidad de promover una actualización del modelo de funcionamiento de las UMA que favorezca transitar a un aprovechamiento que garantice su eficacia en la conservación, su gobernanza y beneficios económicos, con el fin de garantizar la protección de especies y su aprovechamiento con una visión sustentable.
Hizo hincapié en la necesidad de revisar el marco regulatorio de las UMA, ya que muchas de las prohibiciones llegan a establecerse como normas porque el gobierno incumple los lineamientos constitucionales y afecta los intereses de la ciudadanía. En otros casos, añadió, es la ciudadanía la que desarrolla actividades que lesionan el bien colectivo.
En su intervención, María Palma Irizarry, directora general de Vida Silvestre de la Semarnat, reconoció el valor de esta evaluación para fortalecer el esquema de las UMA, ya que su bondad radica en que son los mismos tenedores de la tierra los que pueden tomar la decisión de convertir su predio en una de estas unidades.
El conocimiento compartido, dijo, permite llegar al consenso necesario para mejorar este modelo y revertir los problemas que hasta ahora limitan su función de protección, conservación y aprovechamiento.
Al finalizar el encuentro, se acordó trabajar en la construcción de un documento que sirva como base para seguir trabajando de manera coordinada entre las partes involucradas en el que se consideren:
La presentación de un modelo actualizado de UMA que permita integrar la vida silvestre al bienestar social; generar una línea base que permita la conservación en estas unidades ante un panorama de presiones y desigualdades en los territorios bioculturales, e impulsar una evaluación en la que participen 450 académicos de todas las entidades del país, con un horizonte a cuatro años y con recursos suficientes para trabajar un universo de mil UMA.
El encuentro virtual fue coordinado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales. Participaron más de 25 expositores con una audiencia superior a 300 personas involucradas en los temas de la vida silvestre en el país.