Ciudad de México. – Ante la creciente ola de violencia en el estado de Zacatecas, que afecta principalmente a mujeres y niñas y en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, la senadora Geovanna Bañuelos de la Torre exige al gobernador de la entidad, Alejandro Tello Cristerna, intensificar y priorizar las políticas públicas dirigidas a combatir y erradicar la violencia contra las mujeres, niños, niñas y adolescentes.
“Nos encontramos en un país que parece no entender que lastimar a una mujer y peor aún, a las niñas y niños, es un acto imperdonable que debe castigarse. Es responsabilidad de todos combatirlos y unirnos para erradicar la violencia contra las mujeres y en especial a niñas, niños y adolescentes”.
La coordinadora del Grupo Parlamentario del Partido del Trabajo presentará un punto de acuerdo para solicitar a las autoridades zacatecanas reforzar las medidas para para prevenir y erradicar la violencia contra las mujeres, así como la implementación de programas que contribuyan al combate y erradicación de la violencia contra niñas, niños y adolescentes zacatecanos.
Asimismo, Geovanna Bañuelos pedirá al Senado de la República condenar enérgicamente el feminicidio de la menor Sofía Alejandra, encontrada sin vida el pasado 22 de noviembre en Fresnillo, Zacatecas y que la Fiscalía General de Justicia del Estado garantice la atención de las demandas de la familia de la víctima de acuerdo lo establecido en el Modelo Integral de Atención a Víctimas.
“Requerimos por parte de la Fiscalía una investigación exhaustiva, eficiente, profesional, imparcial, pronta, expedita y con perspectiva de género para el esclarecimiento del feminicidio de Sofía Alejandra para que se garantice la reparación integral del daño”, destaca en el documento que será presentado en la próxima sesión ordinaria.
La legisladora por Zacatecas señala que luego de 11 días desaparecida, la pequeña de 12 años fue hallada sin vida, lo que ha provocado la movilización de colectivos feministas y familiares de desaparecidos.
“El hartazgo de la sociedad es evidente. El caso de Sofia Alejandra sacude no solo a su familia, sino a toda la población de Zacatecas que hace escuchar su voz clamando justicia y hace cimbrar a todo un país”, subrayó Geovanna Bañuelos.
En el tema de feminicidios, la entidad ocupa el lugar número 21 de este ilícito a nivel nacional y en homicidios dolosos contra zacatecanas se ubica en el quinto lugar, acumulando hasta septiembre pasado 75 asesinatos.
“Evidentemente, nuestro estado padece de otra pandemia: la atroz y desgarradora violencia contra las mujeres. Es imperativo frenar la ola de violencia contra estos sectores”, sostiene Geovanna Bañuelos.
Destaca que la violencia en contra de niñas, niños y adolescentes es un problema grave en México, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, entre los años 2012 y 2017 fueron asesinados casi 2 mil 600 menores de 15 años, 42% de ellos a manos de algún familiar en sus hogares o por maltrato.
Mientras que en el caso específico de Zacatecas este problema ha ido en aumento, al mes son presentadas alrededor de 28 denuncias de maltrato infantil según el DIF local.
“Este no es un fenómeno nuevo, sino el resultado de la falta de atención a las causas profundas de la violencia. En el año 2019 Zacatecas se encontraba entre los estados con mayor aumento en la tasa de homicidios contra menores de edad, de acuerdo con el reciente estudio Niñas, Niños y Adolescentes Víctimas del Crimen Organizado en México, presentado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH)” lamenta la senadora petista.
Enfatiza que el gobierno local debe aceptar que esto es una emergencia real y dar al tema un tratamiento interdisciplinario entre las áreas de salud pública, justicia penal, servicios sociales, educación, derechos humanos, medios de comunicación y empresas.
“No podemos seguir permitiendo que los niños, niñas y adolescentes sigan sufriendo inhumanidades. Como se menciona en el Plan de Acción de la Cumbre Mundial a favor de la Infancia, no hay causa que merezca más alta prioridad que la protección y el desarrollo del niño, de quien dependen la supervivencia, la estabilidad y el progreso de todas las naciones y, de hecho, de la civilización humana», concluye.