En el debate entre candidatas y candidatos a la gubernatura, Miriam García destacó por sus propuestas comprometidas con el Zacatecas históricamente relegado por la “política de apariencia”, y evidenció los actos de corrupción en el servicio público por parte de su adversaria, Claudia Anaya.
“Basta de fachadas que aparentan amor y cordialidad, donde sólo hay soberbia y despotismo”, sentenció la abanderada del partido Fuerza por México este domingo ante el electorado.
A la par dejó en claro su respeto por todos los grupos vulnerables, entre los que destacan las personas con discapacidad y las mujeres, razón por la cual trabajará diariamente en aras de alcanzar la auténtica inclusión y el cumplimiento de sus Derechos Humanos fuera del asistencialismo del que ella misma ha sido víctima.
Basada en sus experiencias personales, señaló las fallas y desatenciones que ha sufrido la ciudadanía que vive con alguna discapacidad. Además, se enfatizó en la labor que realizará con el propósito de que las y los zacatecanos participen –sin distinción alguna– de manera activa dentro de la sociedad a la que pertenecen, pues sólo así se garantizaría un desarrollo integral del estado.
Miriam García respondió puntualmente y desde su posición como ciudadana promedio a las preguntas hechas por la sociedad alrededor de los temas de inseguridad, desempleo, emprendimiento, educación y el campo, entre otros, recordando las fallas y desatenciones que ha vivido en carne propia por parte de la oposición.
En cada una de las rondas, la riograndense expuso de manera clara y contundente sus estrategias para dar solución a lo que aqueja a la población, entre ellas su intención de hacer lazos con el Gobierno Federal para posicionar al estado positivamente en materia económica.
Finalmente, reiteró que con su gobierno guiará a Zacatecas al futuro, recurriendo a la tecnología y a la innovación en todas las áreas, pero –sobre todo– manteniendo los principios de igualdad e inclusión en cada una de sus decisiones, sin consentir apadrinamientos políticos y desvío de recursos.