Vasconcelismo: Filosofía Mestiza

Contados son los personajes de la historia de nuestro país que han luchado por el exaltamiento de nuestra cultura y nuestra raza que es la de América Latina. José Vasconcelos, reconocido como un político mexicano, que fue ministro y primer secretario de educación pública en nuestro país, quien impulsó la cultura y las bellas artes además de las bibliotecas públicas y mandó a imprimir miles de ejemplares de los clásicos de la literatura, apoyó a grandes artistas e intelectuales como Siqueiros, José Clemente Orozco y Diego Rivera.

 

Para él, la cultura, las artes y su desarrollo eran, sin duda, un medio indispensable para el cultivo de las virtudes humanas y la exaltación del espíritu de los mexicanos; precisamente, su frase más conocida lo dice: “Por mi raza hablará el espíritu”. Pero no sólo era un político más en la historia de nuestro México, fue un intelectual apasionado que dejó una obra de gran importancia, a saber, sus escritos más conocidos: La raza cósmica y Ulises Criollo, sin embargo, éstas no son las únicas obras, dejó otras tantas que hablan sobre la historia del país en tiempos de la revolución, otras de orden filosófico y algunos relatos literarios. Era sin duda un artista, un amante de las artes y la cultura. Abogado y político de profesión, artista de corazón, alma de filósofo y un gran revolucionario de nuestra patria. En el transcurso de su vida se le conoció como el “maestro de la juventud de américa”, “caudillo cultural”, incluso le llegaron a nombrar el “filósofo azteca”.

 

Es esta la razón por la cual, por medio de las artes, de la pintura, inspirado por los escritos de Vasconcelos y motivado por la lucha de una revolución ya pasada, pero que puede servirnos para dar surgimiento a una nueva, actual y necesaria revolución intelectual y cultural, presento, con el motivo de recordar la gran labor de José Vasconcelos y a forma de homenaje, una serie de obras pictóricas que aluden a algunas de sus obras literarias y filosóficas. Entre ellas, La raza cósmica, una teoría sobre el mestizaje, que se sigue viendo reflejada en otras obras filosóficas de José Vasconcelos; Sus memorias: Ulises criollo, La tormenta, El desastre, El proconsulado y La flama: los de arriba en la revolución; algunos relatos de su Sonata mágica, entre ellos, Redención por la música, Misa solemne, Elogio de la soledad; y algunos de orden filosófico como Pitágoras. Una teoría del ritmo, El monismo estético, Todología y Prometeo Vencedor; su obra en la que expone su teoría educativa: De Robinson  a Odiseo; y sus relatos que dejó antes de morir: Letanías del atardecer. Es así como se conforma la presente obra en la que he trabajado, dirigida no sólo a artistas y aquellos que gustan del arte, sino también dirigida a filósofos, políticos, y, sobre todo, a educadores y público en general, ya que es responsabilidad de todos hacer resurgir una nueva revolución intelectual y cultural en nuestra sociedad.

 

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